ECONOMíA
› EL MINISTRO DE PLANIFICACION EXPLICO A LA CTA COMO AFRONTARA LA CRISIS
Rueda de amigos antes que las velas ardan
Fue un encuentro cordial. Abundaron las críticas a las privatizaciones y reclamos de mayor injerencia del Estado. De Vido y la dirigencia sindical que encabeza Víctor De Gennaro coincidieron en la necesidad de alianzas estratégicas camino a un nuevo proyecto.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, aseguró ayer que los próximos aumentos de tarifas del gas no afectarán a los consumidores residenciales. Además, señaló que el Ejecutivo les está dando los últimos retoques a los nuevos marcos regulatorios de los servicios privatizados que le otorgarán, según anticipó, mayor capacidad de intervención al Estado para exigir el cumplimiento de los contratos y permitirá la participación de los consumidores y los trabajadores en los entes de gestión. Tales anuncios fueron formulados durante el encuentro que sostuvo ayer el ministro patagónico con dirigentes sindicales del sector energético y de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), delegación que encabezó Víctor De Gennaro.
De Vido y la CTA tenían intereses diferentes, pero confluyentes, en la realización de este encuentro. El titular de Planificación, porque necesita fortalecerse mostrando algún respaldo político en medio de una disputa con las empresas energéticas que podría dejarlo mal parado si, efectivamente, el invierno llega con una crisis bajo el brazo. Además, debe enfrentar las permanentes zancadillas que le arroja Lavagna, que se diferencia cada vez que puede de la táctica de congelamiento de tarifas y postergación de una solución seguida hasta ahora por el Gobierno.
La CTA, a su vez, reclamaba un espacio para exponer una postura dura en el tema energético, condenando a la vez al esquema de privatizaciones y las presiones de las empresas, y de oposición al aumento de tarifas. Desde una y otra perspectiva, ambos –De Vido y CTA– salieron conformes del encuentro de ayer.
De Gennaro destacó la actitud del Gobierno y el hecho de que “la CTA tenga este nivel de participación”. “Queremos impulsar una nacionalización de las decisiones en materia de manejo de los recursos energéticos, profundizar la participación sindical en los organismos de control y volver a tener empresas estatales testigo en el sector, para terminar con el chantaje de los grupos empresarios que tanto han ganado con la exportación de recursos naturales del país”, detalló el dirigente de la CTA. Explicó que “se discutió un plan estratégico para volver a nacionalizar la utilización del recurso, que ha sido saqueado en la década menemista no sólo con las privatizaciones, sino con una política de exportación a favor de la fuga de capitales y el vaciamiento de nuestras reservas”.
Los gremios de trabajadores de empresas energéticas opuestos a la burocracia sindical de la CGT conformaron, en el seno de la CTA, la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina, Fetera, cuyo secretario general es José Rigane, de Luz y Fuerza de Mar del Plata. El dirigente marplatense cuestionó la política de presión que ejercen los monopolios energéticos para obligar a un aumento del precio del gas y de las tarifas.
“En relación con la presión de los grupos empresariales extranjeros, escuchamos del ministro la decisión de restablecer al Estado no como un socio menor de las privadas sino como el rector de las políticas nacionales para el manejo de los recursos estratégicos como la energía”, señaló Rigane.
Otro punto en el que la CTA y De Vido mostraron un acercamiento en sus enfoques fue el relacionado con los convenios para el aprovisionamiento de combustibles y electricidad con países de la región.
El ministro les aseguró que los acuerdos energéticos alcanzados con Venezuela, Bolivia y Brasil apuntan a garantizar la provisión de gas en el mediano y largo plazo y forman parte de un plan energético integral que trasciende la escasez coyuntural del hidrocarburo. “Es alentador que se haga un acuerdo con Pdvsa (petrolera estatal venezolana) como el que se hizo”, señaló Edgardo De Petris, secretario de organización de la CTA, “porque además habilita la posibilidad de que se asocie con las provincias argentinas para hacerse cargo de la exploración de áreas no concesionadas o con concesiones próximas a vencer”.
En relación con la importación de gas boliviano, De Vido explicó a los sindicalistas que “a principios o mediados de junio” el gasoducto que llega a Campo Durán (Salta) ya estaría en condiciones de ser usado. Y confirmó que por esta vía se importarán 4 millones de metros cúbicos diarios. El presidente Néstor Kirchner y su par de Bolivia, Carlos Mesa, ratificó, tienen previsto reunirse el martes para firmar, entre otros acuerdos, un protocolo para el sector energético.
Del encuentro también participaron dirigentes del sector del carbón (Río Turbio), hidroeléctrico (Salto Grande) y nuclear.
Entre otros reclamos, la Fetera puntualizó la necesidad de recuperar el carbón como fuente de alimentación de las centrales térmicas (San Nicolás y Bahía Blanca, en primer lugar), la finalización de la construcción de Atucha II y la devolución de recursos a Salto Grande (derivados al Fondo de Estabilización de Cammesa). De Vido se comprometió a estudiar todos esos reclamos.
“Fue una reunión trascendental”, resumió sus conclusiones el titular de la CTA, Víctor De Gennaro. “Para nosotros es clave recuperar niveles de representación en los entes regulatorios, conocer la estrategia del Gobierno y no avanzar en los aumentos de tarifas a los usuarios”, agregó. De acuerdo con la versión del encuentro brindada por los dirigentes sindicales, hubo respuestas satisfactorias a sus demandas.