ECONOMíA
› LOS BANCOS HACEN MALOS NEGOCIOS Y ESPERAN AUXILIO DEL BCRA
El dólar subió y arruinó la fiesta
Varias entidades estaban convencidas de que el dólar iba a bajar.Especularon con esa posibilidad. Y perdieron. Ahora quieren que el Central les facilite liquidez, opción que fue rechazada.
› Por Claudio Zlotnik
El panorama parecía evidente: la avalancha de dólares que traerían los exportadores, en plena cosecha de la soja, haría descender el tipo de cambio. Los gurúes de la city pronosticaban un dólar entre 2,75 y 2,80 pesos, al menos hasta finales de junio. Algunos bancos líderes creyeron lo mismo. Tanto, que hicieron fuertes inversiones financieras bajo ese supuesto. Pero pasó algo imprevisto: los mercados se alteraron, subieron las tasas de interés y el dólar en vez de bajar terminó subiendo. Ayer cerró a 2,97 pesos en las casas de cambio. Ante ese mal negocio, un grupo de entidades financieras presionó al Banco Central para que la autoridad monetaria pague la factura por esa apuesta fallida.
Como pensaban que el dólar bajaría, los bancos se desprendieron de sus posiciones en moneda dura para apostar por el peso. Existen diversas maneras para hacerlo: hubo bancos que directamente vendieron los dólares que liquidaban los exportadores y otros que se deshicieron de activos dolarizados. La clave de la operación radica en pasarse de billetes verdes a pesos y hacer rendir a éstos comprando Lebac o prestándolos a otras entidades, por ejemplo. La fórmula lucía atractiva: se reemplazaba un activo que iba a depreciarse por otro que ofrecía rendimiento positivo. Pero algo salió mal.
En lugar de bajar, en las últimas semanas el dólar recuperó terreno. En lo que va del mes avanzó 12 centavos, al pasar de 2,85 a 2,97 pesos. Esta situación encontró mal parados a los bancos que se habían jugado a una baja de la paridad. La suba del dólar se dio en el marco de una agitación de los mercados financieros internacionales, luego de que la Reserva Federal diera señales de que subiría la tasa de interés.
Conclusión: los bancos que apostaron en contra del dólar perdieron plata. Pero la cuestión no terminó ahí. Para recomprar, más caro, los dólares que habían desechado, los inversores necesitaron más pesos. Y ahí se encontraron con otra mala noticia: había escasez de dinero en el mercado. Un hecho extraordinario derivado del vencimiento del Impuesto a las Ganancias, lo que impulsó, de manera brusca, la demanda de pesos y a las tasas de interés. Un ejemplo: la tasa interbancaria, que hace un mes se encontraba en el 1 o 2 por ciento anual, pasó al 6 por ciento. Los rendimientos de los plazos fijos también aumentaron: del 2 al 5 por ciento anual, en promedio.
Este escenario complicó aún más a los bancos que habían apostado por el peso. Antes de asumir las pérdidas por la desafortunada inversión, pretendieron que el Estado les tendiera una mano. Concretamente, que el Banco Central interviniera para bajar las tasas. La presión fue rechazada de plano. En dos bancos de primera línea confirmaron la información, aunque la matizaron: “Es malo que falte liquidez cuando hay turbulencias en Brasil. La situación puede irse de las manos”, dramatizó el gerente financiero de un banco extranjero.
En el Gobierno desestimaron esta posibilidad. Los funcionarios aseguran que las tasas caerán, el mes que viene, no bien culmine los pagos por el vencimiento de Ganancias.
Mientras tanto, los técnicos del Banco Central están trabajando para darle más dimensión al mercado monetario. Buscan que la entidad quede a salvo de la discrecionalidad. Una forma de hacerlo pasa por ampliar el mercado de las Letras (Lebac), de manera de que éstas ya no sólo sirvan como referencia de las tasas de interés sino que también se apliquen como garantía en los préstamos entre bancos (pases). De esa manera, estiman, se lograría poner límites a la especulación. Y ayudaría a regular el mercado en momentos de iliquidez, como el actual. En el Central aseguran que la compra de 45 millones de dólares diarios no tiene como objetivo un resultado cambiario sino más bien con la pretendida mayor emisión de Lebac.