ECONOMíA
› ITAMARATY RESPONDIO A LAS RESTRICCIONES A SUS PRODUCTOS
Brasil busca un clinch para negociar
Las reacciones por la aplicación de restricciones al ingreso de electrodomésticos brasileños a la Argentina no se hicieron esperar. Según la Cancillería de ese país, Lavagna dejó abierta la posibilidad de una negociación antes de reglamentar la medida.
De un lado sobraron los elogios. Del otro se multiplicaron las críticas. Esa fue la reacción de empresarios argentinos y brasileños a la decisión del Gobierno de restringir las importaciones de electrodomésticos del país vecino. El tema continuará hoy en el inicio de la cumbre del Mercosur, que se desarrollará hasta pasado mañana en Iguazú. Néstor Kirchner y Lula da Silva tendrán que hacer frente a otro conflicto del bloque regional, en una historia que se repite casi sin interrupciones desde su constitución. Los funcionarios argentinos destacaron ayer, justamente, que es preciso crear mecanismos y tribunales que resuelvan las controversias antes de que se conviertan en crisis. La Cancillería brasileña, por su parte, emitió un duro comunicado donde “lamenta esta medida como cualquier otra que implique restricción al comercio, y está estudiando sus aspectos y efectos, inclusive en su vertiente legal”.
El Gobierno sorprendió con los anuncios de medidas para bloquear la entrada de heladeras, lavarropas, cocinas y televisores brasileños, porque los hizo a dos días del encuentro de presidentes del Mercosur. “Kirchner golpea primero y negocia después”, se quejó el diario paulista Valor Económico. Desde el Ministerio de Economía argentino respondieron que Lavagna había advertido, antes de viajar a China, que intervendría en favor de la producción nacional si, a su regreso, los empresarios de ambos países no habían llegado a un acuerdo para regular el intercambio comercial.
Entre enero y mayo, las importaciones de lavarropas crecieron 179 por ciento, las de heladeras 126 y las de cocinas 121, según datos aportados por Lavagna. La totalidad de las cocinas viene de Brasil, mientras que las compras de heladeras se hacen en un 95 por ciento a ese país y las de lavarropas, en un 79. El efecto de esa disparada en las importaciones es que los productos del socio del Mercosur dominan el 62 por ciento del mercado local de heladeras, el 51 de lavarropas y el 31 de cocinas. Con esa proporción, dañan a los fabricantes locales. Y también al grupo Techint, el principal proveedor de las empresas afectadas, que fue el que hizo presión para conseguir las licencias no automáticas (ver aparte).
Los gobiernos de ambos países se cruzaron ayer respecto de la entrada en vigencia de las medidas. El Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil emitió un comunicado dando a conocer el contenido de una charla telefónica que mantuvieron ayer su titular, Luiz Furlan, y Lavagna. De allí surgía que la Argentina se había comprometido a demorar la aplicación de las acciones proteccionistas a la espera de una reunión que hoy tendrán los mismos funcionarios en Iguazú. “Lavagna aclaró que una cláusula contenida en las restricciones a los electrodomésticos dice que las medidas sólo podrán ser aplicadas tras ser reglamentadas”, indicó el comunicado brasileño. “Con eso –seguía–, el ministro argentino se comprometió a retardar el proceso para que los representantes del sector privado de los dos países retomen las negociaciones.”
Unas horas después, desde el Palacio de Hacienda ratificaron la plena vigencia de las iniciativas para trabar las importaciones de electrodomésticos. “La resolución está vigente, hoy (por ayer) fue publicada en el Boletín Oficial y para la reglamentación se está trabajando en términos acelerados”, agregaron, desacreditando la versión de las autoridades brasileñas.
El Gobierno valoró la intervención de distintas cámaras empresarias en respaldo a sus medidas. La Unión Industrial Argentina emitió un comunicado en el que expresó su “satisfacción por esta decidida acción del Gobierno, que reconoce el daño producido a algunos sectores industriales por el aumento masivo de las importaciones”. “Las medidas tienden a resguardar la producción y el empleo nacional”, concluyó la central fabril. Los fabricantes de lavarropas, en tanto, recordaron que durante meses estuvieron negociando con sus pares brasileños sin ningún resultado. Desde Brasil, el presidente de la Asociación de Fabricantes de Productos Electrónicos, Paulo Saab, dijo que las medidas argentinas son “totalmente arbitrarias e incumplen normas del Mercosur”.
En la misma línea se ubicaron el secretario de Relaciones Internacionales de la Cancillería, Martín Redrado, y el embajador en Brasil, Juan Pablo Lohlé. Este último destacó la necesidad de “hacer esfuerzos para que situaciones como éstas no recaigan en forma permanente en los máximos niveles de los Estados, sino que haya mecanismos de mediación previos, que estén institucionalizados y sean eficientes para resolver conflictos”. Redrado, por su parte, sostuvo que “no tememos que Brasil adopte medidas en respuesta a las nuestras. No creemos que sea conveniente porque tenemos que tratar de nivelar el campo de juego en el Mercosur y por eso tomamos esta decisión”.
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