La recuperación de la industria automotriz parece haber encontrado su techo. Aunque la producción y las ventas siguen mostrando valores muy superiores a los del año pasado, hace ya un trimestre que frenaron la trepada. De todos modos, los resultados son mejores a las expectativas que los empresarios tenían para este año. En julio, las terminales despacharon a los concesionarios 27.097 unidades, un 2,2 por ciento menos que en junio, pero 89,0 por ciento más que en igual mes de 2003. La producción, en tanto, fue de 21.203 vehículos, 5,6 por ciento menos que el mes anterior y 74,7 puntos más que hace un año. En el acumulado de enero a julio, las ventas llegaron a 175.129 unidades (156,1 por ciento por arriba de igual lapso de 2003) y la producción a 134.107 (52,6 por ciento más). De mantenerse la tendencia de los últimos meses, el año terminará con colocaciones superiores a las 300.000 unidades y con cerca de 240.000 vehículos producidos. Las ventajas de la reactivación del mercado interno se ven reducidas porque la mayor parte de los modelos más vendidos proviene de Brasil. De los más de 27.000 autos despachados el mes pasado, sólo 8775 fueron de producción nacional.