La posible liberación del mercado de autos con Brasil, prevista para enero de 2006, se vislumbra desde ya como una de las cuestiones más calientes de la relación bilateral. En momentos en que el porcentaje de autos brasileños asciende al 65 por ciento del mercado local, el secretario de Industria, Alberto Dumont, apuntó la inconveniencia de que la medida de apertura total entre en vigencia debido a las actuales asimetrías entre ambos países en dicho sector. La Asociación de Fabricantes de Automotores, sin embargo, mantiene silencio al respecto e insiste en que la discusión le corresponde exclusivamente al Foro de la Competitividad de la Industria Automotriz.
Actualmente más de la mitad de los autos en la Argentina (alrededor de un 65 por ciento) son brasileños, mientras que la participación argentina en el país vecino es inferior al 3 por ciento. Frente a estas cifras es que, de acuerdo con especialistas del sector, la declaración del funcionario en rechazo a que el mercado de autos entre ambos países se libere de aranceles es hecha con “cordura y buena voluntad”.
“Es que además una dinámica de libre comercio debería estar relacionada con una adjudicación de nuevos modelos para fabricación en Argentina, para incentivar también las inversiones del lado argentino”, sostuvo uno de los especialistas consultados por este diario, quien agregó que de 23 últimas asignaciones, sólo dos correspondieron a fabricantes en el país y 21 a Brasil.
Ese experto, ex funcionario del gobierno de la Alianza, que prefirió mantener en reserva su nombre, atribuyó buena parte de la disparidad a “la elevada capacidad ociosa de las fábricas brasileñas”; es de hecho necesario que el Gobierno ponga pronto sobre la mesa una nueva propuesta que busque equilibrar las asimetrías existentes porque, de lo contrario, la liberación del mercado del sector automotor “va a terminar entrando en vigencia” en enero de 2006, como establece para dicha fecha la Política Automotriz Común del Mercosur.
“Yo creo probable que Brasil pueda entender esta situación y estar dispuestos a negociar una propuesta”, apuntó el ex funcionario, quien adelantó también que si el mercado de la industria automotriz queda totalmente libre de aranceles, las inversiones se van a radicar en Brasil. En cambio, “si se dan nuevas asignaciones en Argentina, se incentivan las inversiones, es algo que se daría naturalmente”, insistió.
Al respecto, sin embargo, son los mismos involucrados del sector automotor quienes han decidido cerrar candado para dar declaraciones por ahora y esperan mejor a negociaciones entre ambos gobiernos para emitir una opinión. El encargado de prensa de la Asociación de Fabricantes de Automotores, José Luis Reidi, opinó que la discusión debe remitirse únicamente al Foro de la Competitividad de la Industria Automotriz y que por esa razón “no se va a hablar del tema en este momento”.
De igual modo, el vocero de FIAT, Javier Verengo, sostuvo que las declaraciones competen al Foro, pero sugirió que aunque “obviamente se entiende la necesidad del Gobierno de que la Argentina sea atractiva para invertir” y reconociendo además que “hay asimetrías que deben corregirse”, “el constante cambio de reglas también conspira contra el desarrollo”.
“Si se ponen de acuerdo los gobiernos no hay problema, si esto perjudica o no las inversiones no lo sabemos, no tenemos ningún estudio, pero eso es algo que debe estar en el seno del Foro”, remató Reidi. Del Foro de la Competitividad del sector, anunciado justamente por Dumont y el ministro Roberto Lavagna el pasado 27 de julio, participan el Gobierno, fabricantes, proveedores y vendedores de la industria automotriz en el país.