El gobierno argentino “no está para atender las molestias” de los empresarios brasileños que se quejan por las restricciones al ingreso de electrodomésticos. Así lo dijo Roberto Lavagna, en un nuevo episodio de las disputas con el principal socio del Mercosur. El canciller del país vecino, Celso Amorim, enfatizó la semana pasada que su gobierno no aceptará más trabas a sus exportaciones, sobre todo cuando en lugar de aparatos de línea blanca brasileña, la Argentina importa productos de otros países. “Le hemos demostrado con cifras (a Amorim) que esa información era falsa”, contestó ayer el titular del Palacio de Hacienda. Luego fue más allá y se quejó por los desequilibrios entre ambos socios en cuanto a su desarrollo industrial. “El tratado de Asunción no se está cumpliendo plenamente”, dijo Lavagna, en referencia al acuerdo que dio lugar a la creación del Mercosur. Dirigentes de la Unión Industrial estuvieron por la tarde con el jefe de Economía, analizando cómo reencauzar al Mercosur. Uno de los pedidos de los empresarios fue reforzar las instituciones del bloque. El ministro sostuvo –en conferencia de prensa– que el “desarrollo conjunto y equilibrado” de los socios está en “peligro” si el bloque se concentra únicamente en reforzar sus instituciones, y no las combina con “instrumentos económicos y financieros” que permitan la integración. El 24 de este mes, Amorim volverá a la Argentina para retomar la discusión.