ECONOMíA
› PAQUETE DE MEDIDAS DEL BANCO
CENTRAL PARA ALENTAR DEPOSITOS Y CREDITOS
Tentar a ahorristas con rentas más elevadas
Martín Redrado anunció en el Coloquio de Idea cuatro iniciativas para incentivar la constitución de plazos fijos en el sistema. El titular del Banco Central informó que se permitirán colocaciones en pesos a 180 días indexados. También se podrá ajustar por CER las ON.
› Por Cledis Candelaresi
Frente a un auditorio empresario que desbordaba el salón ubicado en el subsuelo del Sheraton marplatense, el presidente del Banco Central hizo gala ayer de una inquebrantable voluntad de mantenerse al margen del diseño de la política económica, evitando interferir en el área de Roberto Lavagna, y se limitó a anunciar un paquete de medidas que tendrán por finalidad alentar el crédito en pesos a largo plazo. La batería de iniciativas enunciadas por Martín Redrado durante la primera jornada del coloquio ejecutivo de Idea incluye la posibilidad de constituir depósitos a 180 días ajustables por alguna retribución variable, que aseguraría al propietario de ese dinero preservar el valor de su capital. Se trata de un incentivo para aprovechar la gran liquidez del sistema financiero.
“¿Cuándo tendremos créditos más baratos?”, se despachó el director de Petrobras y anfitrión del evento, Oscar Vicente. La pregunta no tuvo una respuesta muy contundente.
Los empresarios tampoco tuvieron precisiones acerca de cuál será la suerte que correrán los tenedores de Letes en dólares, ya que Redrado evitó cuidadosamente opinar sobre cualquier tema que pueda desnudar alguna eventual diferencia de criterio con Economía, algo que le costó la cabeza a su antecesor, Alfonso Pray Gay. “Ningún presidente del Banco Central se ocupa de los temas de Tesorería”, eludió con admirable disciplina. También dejó en ascuas al hombre de empresa que en un rapto progresista le hizo llegar por escrito la pregunta de si no le parecía que la solvencia fiscal estaba fundada en el cobro de impuestos regresivos. “La política monetaria tiene que garantizar el valor de la moneda”, es todo lo que arrimó Redrado.
Minutos antes del improvisado cuestionario, el flamante titular del BC coronó una extensa exposición sobre la coyuntura económica internacional, identificando los instrumentos a través de los cuales el Central intentará estimular el mercado de créditos en pesos, buscando complementarlo con el mercado de capitales. “El sistema financiero recuperó rentabilidad y en el último mes el crédito aumentó un 18 por ciento en los distintos rubros”, destacó. Pero eso no alcanza para solucionar el déficit de financiamiento a largo plazo y por eso se arremeterá con un cuarteto de medidas:
- A partir de hoy se autoriza a los bancos a tomar depósitos en pesos, a 180 días y ajustables por alguna retribución variable, por ejemplo un índice de producción agropecuaria o bursátil. La medida está pensada básicamente para los inversores institucionales como las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, que hoy captan unos 200 millones de pesos por mes, colocados a corto plazo.
- Antes de fin de año se corregirá el marco legal para permitir el ajuste por CER para las Obligaciones Negociables que se emitan a más de un año de plazo. Con esta intención, los técnicos del Central están analizando retoques al artículo 27 del decreto 905, condición para poder instrumentar la medida.
- Se promoverá la negociación bursátil de los certificados de depósitos que tienen los bancos en su poder. La finalidad, como en los casos anteriores, es aumentar la capacidad prestable de las entidades.
- El Central permitirá la homogeneización de plazos y tasas de los préstamos para generar paquetes crediticios que luego puedan ser vendidos. Por este mecanismo de securitización, los créditos “homogeneizados” servirían para integrar un fideicomiso y contra ellos se emitirían nuevos títulos.
La búsqueda de herramientas que permitan a las entidades financieras otorgar más préstamos en pesos y a mayor plazo fue reconocido por el presidente del Central como uno de los dos ejes de la política que planea instrumentar durante sus seis años de permanencia en el cargo. “La mayor satisfacción que puede tener un funcionario es ver que sus políticas lo trascienden”, sentenció ayer desde el escenario marplatense en tono de estadista. La otra idea fuerza es respetar a rajatabla la meta de inflación como rectora de la política económica, el mismo criterio que defendía el desplazado Prat Gay.
“No estamos mirando al tipo de cambio”, aseguró el funcionario, quien admitió que el Gobierno deberá corregir hacia abajo la meta inflacionaria prevista para este año y que se ubicaría entre el 6 y el 6,5 por ciento. Para el próximo, tampoco hay inquietudes relevantes. El previsto ajuste en las tarifas de servicios públicos sumaría entre 1 y 2 puntos al índice anual. “Esos ajustes ya comenzaron a aplicarse y la economía los está absorbiendo muy bien”, tranquilizó Redrado.
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