ECONOMíA
› ENTREVISTA A YANG YANG
“Sólo hay que esperar hasta el 16 y se sabrá”
El director general de la Oficina de Información de la República Popular China buscó bajar las expectativas sobre los acuerdos que firmarán Kirchner y el presidente chino, Ju Hintao, el próximo 16 de noviembre. Como en un juego de sombras chinas, el funcionario muestra, esconde y simula para no dar pistas sobre esos acuerdos.
› Por Claudio Scaletta
Según su tarjeta de presentación, el señor Yang Yang es director general de la Oficina de Información de la República Popular China. Un cargo difícil de homologar en Occidente, donde la información sobre los actos de gobierno suele estar menos centralizada. Pero en el reportaje concedido a Página/12, su función se limitó a sólo una de sus tareas, la de vocero gubernamental. A veces, tras una larga explicación en chino del señor Yang, el traductor se expresaba en forma cuasi monosilábica. Las diferencias culturales, sin embargo, no estuvieron marcadas solo por el idioma. Cuando la franqueza se volvió necesaria, Yang, director de Información de la República Popular, lacónicamente respondió: “No estoy autorizado para dar esa información”. Aunque su objetivo durante la entrevista fue bajar el tono de los acuerdos que el próximo martes 16 firmarán los presidentes Néstor Kirchner y Ju Hintao, finalmente no los negó, invitó a no perder las expectativas generadas y destacó los sectores que se beneficiarán de los convenios. Para mostrar que China no privilegiará a la Argentina, destacó que los planes de cooperación e inversiones en Brasil están más adelantados. Y recomendó que “Argentina necesita un plan estratégico de marketing país”.
–¿Existe un plan de inversiones estratégicas de la República Popular China en Argentina y, en ese caso, por qué han elegido a este país?
–La expresión plan “estratégico” remite a inversiones a largo plazo. Yo no soy un especialista en ese tema, así que no puedo decir mucho. Las inversiones estratégicas deben ser analizadas por sectores para poder sacar una conclusión comprensiva. Entre la Argentina y China todavía no hemos logrado definir correctamente donde se encuentra la complementariedad económica. Esto no ha sido analizado profundamente. Hasta el momento la inversión China en este país se limita a poco más de 10 millones de dólares, que para dos países tan grandes es insignificante. En este contexto hablar de “estratégico” no tiene sentido, más cuando el tamaño de la economía china equivale al de veinte Corea del Sur.
–Perdón, insisto con una pregunta concreta: ¿existe un plan millonario de inversiones de China en la Argentina?
–Mi respuesta concreta es que no sé si hay un plan de inversiones concreto.
–Llama la atención que haya dicho que no están definidos los sectores en los que existe complementariedad. Parece lógico que China demanda las materias primas o de base primaria que Argentina exporta.
–La complementariedad no es un problema que pueda resolverse en poco tiempo. Necesita un análisis muy profundo por parte de los expertos, los estudiosos, los inversores y los funcionarios de los gobiernos. Con esos análisis se podrá saber exactamente cuál es la verdadera complementariedad y decidir en consecuencia. Según lo que sé, ahora hay muchos estudiosos y universidades argentinas que están organizando simposios o talleres sobre este tema. Me da la impresión de que los medios de comunicación no marchan al mismo ritmo que los académicos. Los medios ponen atención sólo en las grandes cifras, en los fenómenos aparentes y superficiales, y eso constituye un problema. Los medios de comunicación deben participar en esos simposios y así ganar profundidad de análisis.
–¿Qué opinión le merece al gobierno chino el hecho de que los funcionarios argentinos hayan dejado trascender la existencia de un plan de inversiones de una magnitud que, según usted, aparentemente no existe?
–(Mientras escucha la pregunta sonríe a la vez que busca y muestra traducciones al inglés de la prensa local.) Según lo que he leído ayer en los diarios locales muchas fuentes gubernamentales han descartado estas informaciones, por ejemplo el ministro de Planificación (Julio De Vido).
–La información es verdadera. Los funcionarios argentinos dieron la versión, aunque sin precisar detalles. Dijeron también que el plan había comenzado a prepararse a partir de la visita a China, a mediados de año, del presidente Néstor Kirchner.
–Puedo decir que durante la visita a la Argentina de nuestro presidente los dos gobiernos sí van a firmar varios documentos oficiales, pero no estoy en posición de revelar cuál será su contenido o cuántos documentos son. No estoy autorizado. Pero tenemos razones para tener expectativas. Hoy (por ayer) es 8 de noviembre, sólo hay que esperar hasta el 16 y se sabrá.
–¿Cuál es la importancia económica que la Argentina, dentro de América del Sur, tiene para su país?
–Existe un amplio margen para elevar la cooperación. Por ahora el comercio se concentra en unos pocos productos, como la soja y sus derivados. Eso indica que debemos estudiar muchas otras posibilidades. También voy a decir algo que puede no gustarles. La relación entre China y Brasil marcha más rápido que la cooperación con su país. El año pasado, durante la visita a China del presidente Lula, Brasil organizó una serie de exposiciones y ferias de diferentes sectores, como pesca, turismo, minería, e incluso fútbol. Brasil mostró claramente al público, a los inversores y a los funcionarios chinos cuáles son las áreas en las que hay posibilidades de cooperar, eso ayudó mucho a comprender cuáles son los sectores en los que existe complementariedad (sonríe). Argentina también tendría que hacer eso.
–Aquí se piensa que para eso habían servido las muchas visitas a China de funcionarios y empresarios argentinos.
–Tengo la impresión de que Argentina no ha hecho lo suficiente. La inversión necesita relaciones públicas y marketing del país, no sólo de sus empresarios. Argentina necesita un plan estratégico (sonríe) de marketing país.
–¿Cree que luego de la visita del presidente Ju Hintao a los argentinos les resultará conveniente comenzar a estudiar su idioma?
–Tenemos entendido que eso ya sucede. Nos han dicho que en la Argentina está de moda estudiar chino. En la Universidad de Buenos Aires originalmente había programado un solo curso, pero los interesados fueron tantos que al final se abrieron ocho.
–¿Será necesario abrir más cursos después de los acuerdos?
–Bueno, yo también tengo interés en estudiar el castellano (risas). Quiero decir a los argentinos que pueden tener expectativas sobre los acuerdos de cooperación, pero no sobre las grandes cifras sino sobre los resultados que tendrán en el largo plazo.
–¿En qué sectores se verán esos resultados?
–Principalmente en las áreas de aviación espacial, telecomunicaciones, transporte, lanzamiento de satélites y exploración de petróleo.