ECONOMíA
› EN EL 2004, LA ACTIVIDAD ECONOMICA
VOLVIO A AUMENTAR EL 8,8 POR CIENTO
Tasas de crecimiento de la Argenchina
Según el Indec, el año pasado el estimador mensual de actividad económica, indicador similar al PIB, superó todos los pronósticos. En diciembre creció al 9,2 por ciento, repitiendo tasas propias del gigante asiático.
Los números de la actividad económica continúan superando los pronósticos más optimistas. De acuerdo al Indec, en el 2004 el estimador mensual de actividad económica (EMAE), un indicador que se aproxima al PIB (Producto Interno Bruto), creció 8,8 por ciento, cerrando el año a toda máquina: en diciembre aumentó 9,2 por ciento. Semejantes tasas de crecimiento son aún más elevadas que las que muestran en los últimos tiempos países de expansión acelerada como China u otros “tigres” del sudeste asiático. Sólo el curioso caso de Venezuela (ver aparte) supera los índices de crecimiento de Argentina.
Tras conocerse estas cifras, Roberto Lavagna dijo, en conferencia de prensa, que en diciembre se registró “una aceleración muy fuerte del proceso de recuperación”. Y admitió que, por este motivo, “es posible que se tenga que hacer un ajuste” a la proyección de crecimiento del 4 por ciento incluida en el Presupuesto 2005. Pero aclaró que tal corrección se hará de “manera progresiva”.
El ministro también aprovechó la oportunidad para destacar el impacto positivo que estos datos tendrían sobre los bonos del canje que están atados al crecimiento de la economía. “El cupón ligado al crecimiento ahora tiene un valor interesante”, afirmó.
Según los expertos del Indec, los números del EMAE del año pasado suponen “arrastre estadístico” para este año, que le pondría un piso al crecimiento del PIB del 3,4 por ciento. De otro modo: si durante el 2005 se estancara totalmente el nivel de actividad, aún así el Producto mostraría un crecimiento de aquella magnitud.
La encuesta que semanalmente releva el Banco Central, en base a los pronósticos de las principales consultoras económicas, mostraba hasta la semana pasada una estimación de crecimiento para este año de 6,4 por ciento.
Sea como fuere, Lavagna siempre prefiere pecar de conservador en sus predicciones de crecimiento frente al Congreso y a los acreedores privados, con el fin de administrar los ingresos fiscales excedentes sin condicionamientos tanto internos como externos. Es sabido que cuanto mayor es el nivel de actividad, mayor es la recaudación tributaria. Por caso, el pronóstico oficial en el Presupuesto 2004 también era un módico 4 por ciento, tasa que, ahora se sabe, fue más que duplicada.
El EMAE es un indicador que habitualmente se toma como antecedente del PIB que el organismo oficial de estadísticas da a conocer con periodicidad trimestral. En el 2003, ambas variables aumentaron 8,8 por ciento. Para el año pasado, las cifras provisorias arrojan un número idéntico, pero el crecimiento podría ser aún mayor una vez que los técnicos del Indec elaboren la estadística definitiva.
Entre los sectores que lideraron la expansión el año pasado sobresale la industria, que creció casi un 11 por ciento. Por supuesto, las ramas volcadas a las exportaciones –que aumentaron un 17 por ciento, gracias a una corriente de precios favorables en el mercado internacional– fueron las más dinámicas. Pero también se notó una fuerte recuperación de sectores vinculados con la demanda interna, como la construcción y la industria automotriz.
Lo que más sorprendió a los analistas fue la aceleración del nivel de actividad hacia fin de año, una vez extinto el fantasma de la crisis energética, que sobrevoló por algunos sectores hacia abril y mayo. La interpretación más obvia es que los anuncios de incrementos de salarios y de jubilaciones realizados por el Gobierno a lo largo del año, junto a algunas medidas fiscales para estimular el consumo en diciembre (postergación del pago de ganancias, adelanto de pagos a jubilados, etc.), surtieron el efecto deseado.
Por otro lado, según un estudio del CEB (Centro de Estudios Bonaerense), durante el 2004, los “anuncios de inversiones” se incrementaron un 12,6 por ciento respecto del año anterior, sumando 19.400 millones. Según la base de inversiones del CEB, la provincia más beneficiada fue Buenos Aires, con el 14,4 por ciento del total de los anuncios, seguida por Capital Federal (10,1 por ciento), Santa Cruz (7,6 por ciento) y Santa Fe (6,4 por ciento). Además, de acuerdo al informe, de esas inversiones un 37,9 por ciento se volvaron al sector servicios, seguido por la industria, con un 35,5.
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