Los directivos de Aerolíneas Argentinas y de su controlante, la empresa española Marsans, parecen protagonizar por estos días una comedia de enredos que gira en torno de la decisión de abrir el capital de la compañía, y hasta de venderla. “La información dada a conocer acerca de la intención de Aerolíneas Argentinas de abrir su capital a la participación de otros inversores, en forma total o parcial, emana de una decisión del Comité Ejecutivo de la compañía”, afirmó ayer el vocero de la compañía, Julio Scaramella.
“Cualquier otro tipo de consideración al respecto corre por cuenta y riesgo de quien la haga pública”, insistió el directivo, al referirse a las declaraciones de uno de los dueños de Marsans (controlante de Aerolíneas), Gonzalo Pascual, reproducidas por el diario español Cinco Días. Según la publicación, Pascual negó tener en estudio desprenderse de la aerolínea, en contraposición a lo expuesto por las autoridades de la empresa en Buenos Aires el lunes.
“Marsans ha puesto en venta Aerolíneas y su grupo de empresas en Argentina, según confirmó ayer un portavoz de la compañía. Por el contrario, el dueño de Marsans, Gonzalo Pascual, afirmó rotundamente que mantendrá la mayoría de Aerolíneas”, resumió las contradicciones el diario económico español.
La decisión de los accionistas de Aerolíneas de poner en venta la compañía surge a días de que el gobierno alcanzara un acuerdo con la chilena Lan para crear Lan Argentina, que se hará cargo de los empleados de la estatal Lafsa y operará con un acuerdo de cooperación la empresa Southern Winds. De hecho, esa operación fue criticada duramente por los directivos de Aerolíneas. El grupo español Marsans, que controla el 98 por ciento de la compañía, es propiedad de los empresarios Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, en el que también tiene una participación el presidente del Comité Ejecutivo de Aerolíneas, Antonio Mata.
En tanto, el diputado socialista Ariel Basteiro criticó ayer la decisión del Gobierno de permitir el ingreso de LAN Chile en el mercado aerocomercial argentino y dijo que la llegada de la compañía trasandina da un argumento “ideal” al grupo Marsans, operador de Aerolíneas Argentinas, para retirarse del país. “En los últimos cincuenta años no hubo política aerocomercial, y cada vez que la hubo generó distorsión, más conflictos, como esta decisión de permitir el ingreso de LAN Chile a volar nuestros cielos”, criticó Basteiro.