“Lo que hizo nuestro embajador a pedido mío fue gestionar ante la Guardia Civil una declaración que corroborase que no existió actuación que pusiese bajo sospecha a la embajada argentina en este affaire”, sostuvo el canciller Rafael Bielsa a los senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores, cuando lo interrogaron por el escándalo de las valijas que con 60 kilos de cocaína arribaron al aeropuerto de Madrid con un sticker que identificaba a la embajada como su destino. La presencia de Bielsa fue la primera que concreta un funcionario del gobierno nacional desde que estalló el escándalo.
La propuesta original era que Bielsa presentara un informe sobre la política exterior del Gobierno. Rodolfo Terragno disparó la primera pregunta sobre las valijas con cocaína. En ese punto, el titular de la bancada oficialista, Miguel Angel Pichetto, creyó importante decir a los senadores que “limitaran sus preguntas a las competencias del área”. La respuesta no tardó en llegar y vino de la mano de Eduardo Menem. “El canciller no necesita un tutor”, retrucó el riojano. “Estoy acá para decir todo lo que sé. La cuestión de incumbencias es difícil de determinar. Prefiero pecar por exceso en mis respuestas”, dijo Bielsa descolocando a Pichetto.
“¿Que el canciller debió saberlo? Lo debió saber el Presidente. Pero hay que distinguir entre saber y haber tenido que saber. Yo no sabía nada hasta febrero, cuando me enteré por los diarios”, precisó Bielsa cuando se le cuestionó el desconocimiento del tema. Allí fue cuando un legislador le recordó que “Aníbal Fernández sabía”. Como respuesta, el parlamentario recibió un gesto más que elocuente. El canciller levantó sus hombros en alto y puso cara de “no sé qué decir”.
El escándalo de las valijas dominó de nuevo la actividad del Congreso. En el Senado el tema volvió a debatirse en el recinto, antes de la sesión. La oposición insistió en solicitar la presencia de funcionarios y el oficialismo ciñó el escándalo a la esfera de los casos policiales.
En Diputados el tema fue motivo de una nueva sesión especial convocada por la oposición, con setenta y cinco diputados presentes. Lejos del quórum. El titular del cuerpo permitió pocas expresiones. El radical Luis Molinari Romero señaló que “el país está funcionando mal”. El titular del bloque del ARI, Eduardo Macaluse, dijo que “el oficialismo está encubriendo a algunos responsables”.
Luego, el oficialismo concentró toda su energía en el comienzo de las sesiones ordinarias. Allí tuvo que habilitar la tradicional media hora para las expresiones de minoría. Una a una, con el peso de sus votos, fue rechazando todas las mociones que apuntaban a citar a funcionarios nacionales o a la creación de comisiones investigadoras.