ECONOMíA
Los bancos obtienen más ganancias con la inflación soplando a favor
El eje de las principales utilidades que obtienen hoy las entidades financieras es la indexación de sus activos, que obtuvieron gracias al acuerdo con el gobierno de Duhalde como salida a la crisis 2001/2002.
› Por Claudio Zlotnik
Si se le pregunta al lector no especializado cuál cree que es la principal fuente de ganancias de los bancos, ¿qué respondería? Puede que conteste que es el otorgamiento de créditos. O tal vez se incline por el negocio con las tarjetas de crédito o bien por los costos de mantenimiento de las distintas cuentas. Pero no. Las entidades financieras están mostrando buenos balances debido a una causa exógena a su actividad. Ganan plata gracias a que se aceleró la inflación.
La cobertura que los bancos supieron conseguir después de la devaluación ahora les está rindiendo valiosos dividendos. La indexación por el CER de sus activos (Préstamos Garantizados, bonos) es la clave de sus ganancias de estos días. En plena crisis, las entidades financieras argumentaron que sin esa medida todo el sistema corría serio peligro de derrumbarse. Y el gobierno de Eduardo Duhalde accedió a ese pedido porque, argumentaban en la city, la otra opción era mantener dolarizada la cartera.
Ahora que hubo un rebrote de la inflación, los bancos ven revalorizar sus activos que ajustan con el CER. Y si bien es cierto que también poseen pasivos ajustables con el CER, éstos son mucho menores que los activos. La diferencia entre unos y otros alcanza nada menos que a los 32.000 millones de pesos, de acuerdo con la estimación del propio Banco Central. Esto significa que por cada punto de inflación, ese “descalce” entre activos y pasivos les reditúa a los bancos nada menos que 320 millones de pesos.
Puede sonar paradójico, pero ya superada la crisis y después de que el Estado compensara a las entidades financieras por alrededor de 10.000 millones de dólares, el propio Estado es el que ahora aparece poniendo dinero en los bolsillos de los banqueros, por culpa de la estructura financiera que se armó tras la salida de la convertibilidad.
La reaparición de la inflación les permitió a los bancos embolsar 480 millones de pesos en el primer bimestre del año. La mitad de ese monto corresponde a las entidades públicas. Una parte significativa de esas ganancias (324 millones) se destinó al pago de amparos.
“La mayor inflación es una transferencia del sector público a los bancos. Y lo peor es que este hecho no es coyuntural sino más bien estructural”, apuntó Pablo Curat, especialista en temas bancarios, en diálogo con Página/12. Según el experto, esta ecuación perversa que engorda los balances de los bancos se acentuará en los próximos meses. Ya no sólo por el repunte de los precios sino porque las entidades financieras tienen cada vez menos pasivos ajustables por CER, lo que agrandará el “descalce” con los activos.
Por el lado de los activos con CER, los bancos acumulan “Préstamos Garantizados”, bonos Bogar, Nobac (Notas del Banco Central) y una parte de los créditos al sector privado que se otorgaron en la época del uno a uno. En el pasivo, en tanto, aparecen los redescuentos, los Cedros y los plazos fijos con CER. Todos estos segmentos van en disminución: el Banco Central promueve que los bancos le paguen por adelantado el auxilio financiero otorgado durante la crisis, con el objetivo de absorber circulante monetario. Los depósitos con CER también caerán porque se impuso un plazo mínimo de un año, y los Cedros del corralito están a punto de pasar a la historia: quedan apenas 850 millones de pesos.
Por si fuera poco la bendición de la inflación, los banqueros están ajustando muy fuertemente los precios de sus productos financieros. El último relevamiento oficial da cuenta de que con la cobranza de los servicios pueden hacer frente al 52 por ciento de sus gastos. El año pasado esa relación era del 45 por ciento, y del 40 por ciento a comienzos de 2003.