Los tres principales temas en la agenda de los industriales son la cotización del dólar, el abastecimiento energético y la ley de riesgos del trabajo. Así lo aseguró Héctor Méndez en el acto en que se formalizó su designación como próximo presidente de la Unión Industrial Argentina, cargo que asumirá el 26 de mayo durante un seminario en Mar del Plata. La central fabril realizó ayer una reunión de su consejo general, con 200 delegados de todo el país, para aprobar por aclamación su nueva conducción unificada. Méndez llega a la presidencia gracias a un acuerdo entre las dos fracciones de la entidad, terminando así con dos años de fuertes controversias internas. El Gobierno había pedido y aplaudió la unidad, que fue también un gesto de los empresarios hacia el Ejecutivo.
Méndez es titular de la cámara de los plásticos, sector del que participa con una fábrica en San Luis. Su historia política va de una relación estrecha con el menemismo en los ’90 –era uno de los visitantes de La Rosadita, en La Rioja– a un acercamiento al kirchnerismo en la actualidad. “El dólar tiene que permanecer por arriba de 2,90 pesos”, dijo ayer, en declaraciones radiales. En este aspecto, en la UIA consideran que el Gobierno hará todo lo necesario para sostener un tipo de cambio competitivo. El secretario de Industria, Miguel Peirano, se los garantizó durante una reunión hace quince días.
Más inquietud despierta entre los empresarios la situación del sector energético. “El tema nos preocupa porque ahora viene el invierno y la dureza del clima será una prueba difícil”, advirtió Méndez.
“Nosotros estamos haciendo estudios y pensamos que el Gobierno también está preocupado”, agregó, aunque reconoció que el Ejecutivo “ha mostrado señales” de que trabaja para solucionar los problemas. “En el sector fabril estamos atentos a lo que va a pasar en materia energética, porque las inversiones se harán en función a la seguridad de abastecimiento”, completó el dirigente. El principal impacto de la crisis del año pasado lo sufrieron las industrias que habían firmado contratos interrumpibles de gas. Para este invierno, el Gobierno repetirá el esquema de 2004, con un plan de ahorro generalizado e importación de combustibles y gas.
Las coincidencias que muestra ahora la UIA se reflejaron en otro tema: su rechazo al proyecto del Gobierno para modificar la ley de accidentes laborales. La entidad expresó en un informe que la iniciativa en estudio aumentará los costos laborales y creará inseguridad jurídica. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, intentó consensuar la propuesta con empresarios y sindicalistas, pero ambos sectores mostraron sus diferencias. Los primeros se quejan del incremento en sus costos, que pasaría de 2 por ciento de la masa salarial al 3,5. Los sindicatos, por su parte, rechazan la opción excluyente que se les plantea a los trabajadores entre aceptar la indemnización que les ofrecen las ART o avanzar con un juicio, por el que podrían cobrar mucho más pero a más largo plazo y con la natural incertidumbre sobre el resultado de su gestión.
La UIA está llegando a rápidos consensos internos desde que sus dos líneas internas (Industriales, liderada por el Grupo Techint) y la lista Celeste y Blanca (integrada por el actual presidente, Alberto Alvarez Gaiani, y el propio Méndez) decidieron pactar la unidad. Cada sector aporta sus hombres a la mesa chica de la conducción: José de Mendiguren y Luis Betnaza por los primeros, y Federico Nicholson, Héctor Massuh y Juan Carlos Sacco por los segundos.