Las cuentas fiscales continúan ofreciendo tranquilidad a Roberto Lavagna. En abril, el superávit primario (antes del pago de intereses) alcanzó los 2244 millones de pesos. Así, en los primeros cuatro meses del año el ahorro fiscal acumulado suma 6482 millones, casi la mitad de lo pautado para todo el año. Si bien esos números dan aire al Gobierno para postergar un acuerdo con el Fondo Monetario, sin ese aval y la refinanciación de vencimientos del organismo la administración Kirchner debería emitir deuda por más de 4000 millones de dólares.
Se mire por donde se mire, las cuentas públicas muestran un saldo favorable. En abril, el superávit creció 33,6 por ciento en relación con igual mes del año pasado. Y en los primeros cuatro meses del año el ahorro supera el 45 por ciento de la meta de 14.200 millones fijada para todo el año en el Presupuesto 2005. A su vez, el superávit del primer cuatrimestre es un 14,3 por ciento superior a los 5668 millones acumulados en igual período de 2004.
La sólida performance fiscal se logró a partir de una recaudación impositiva de 9282 millones de pesos, monto que superó en 31,8 por ciento lo obtenido en abril de 2004. Si se consideran los ingresos provenientes de otras dependencias del Estado, entonces los recursos fiscales totales llegaron a 11.362 millones, con un aumento del 32,2 por ciento en relación con igual mes del año pasado. Por su parte, los gastos crecieron en torno del 32 por ciento, al pasar de 6905,7 millones de pesos en abril de 2004 a 9118,3 millones en abril último.
En consecuencia, el aumento del gasto se explica fundamentalmente por un incremento de las transferencias a las provincias, que crecieron casi un 38 por ciento, al pasar de 2996 millones a 4131 millones. Gran parte de ese aumento (935 millones de pesos) se explica por las transferencias destinadas a financiar la ejecución de obras públicas en las jurisdicciones del interior.
Durante la entrevista publicada en Página/12 este fin de semana, el presidente Kirchner afirmó que “mantener el superávit primario es vital” para la gestión oficial, y aseguró que en este punto coincide absolutamente con Lavagna.
Sin embargo, las diferencias con el ministro de Economía tal vez radiquen en qué destino darle a ese superávit. Si la tendencia favorable continúa, el ahorro fiscal primario para todo el año podría superar holgadamente los 18.000 millones de pesos, con lo cual el Gobierno contaría con 4000 o 5000 millones extra por encima de la meta presupuestaria. En el ala política pretenden volcar esos recursos a gasto interno (desde más obra pública hasta planes sociales y mejoras salariales), para apuntalar el año electoral. En el Ministerio de Economía, en cambio, creen que esos fondos serán necesarios para cubrir el bache de financiamiento que generaría la ausencia de un acuerdo con el Fondo Monetario. Sin un acuerdo de refinanciación con los otros organismos internacionales (FMI, Banco Mundial y BID), aun si todo el superávit se destinara a cubrir vencimientos de deuda, el Gobierno debería emitir en los “mercados voluntarios” de crédito por lo menos unos 4000 millones de dólares adicionales para cerrar los números del año.