ECONOMíA
› DEBATE SOBRE LA FALTA DE GAS
La crisis no existe pero...
En tanto el presidente de la Cámara Argentina de Gas Natural Comprimido (GNC) buscó minimizar el conflicto generado a partir del corte de suministro del gas a 37 expendedores, el ex secretario de Energía Daniel Montamat estimó que “después de 2006 va a haber una reestructuración de los contratos, y reajustes (de tarifas) que llegarán a las familias”. Las 37 estaciones de servicio que sufrieron cortes de abastecimiento por parte de Gas Natural BAN tenían, en todos los casos, contratos interrumpibles, el único factible de pactar al momento de su instalación, según explicó Fausto Maranca, titular de la cámara sectorial. Según Montamat, la falta de inversiones en los años previos provocará que tanto clientes con contrato interrumpible como los que contrataron el servicio en firme sufrirán inconvenientes este invierno.
Maranca insistió en que “sólo fueron 37 estaciones, del área de Gas Natural BAN, entre 1400 estaciones que hay en el país, así que hay alternativa para correrse hasta otra”. En su opinión, la situación tendería a normalizarse entre hoy y mañana, cuando supuestamente se les reestablecería el servicio a las estaciones afectadas. Explicó que, a su criterio, la dificultad “es sólo una circunstancia hasta que finalicen las obras de ampliación del gasoducto General San Martín de la Transportadora Gas del Sur, que se está por terminar ahora, y el del Norte, que opera Transportadora Gas del Norte, que estará operativo en agosto”. Concluidas las obras de ampliación e instalación de nuevas plantas compresoras, estimó Maranca, “se dispondrá de 4 millones de metros cúbicos más por día”.
En tanto, Montamat señaló que en 2004 el Estado destinó 2500 millones de pesos a subsidiar el suministro necesario y proyectó que este año deberá utilizar unos 3000 millones de pesos, porque se va a necesitar “más fueloil y más gasoil que el año pasado”. El ex secretario estimó que este año no se notarán inconvenientes entre los usuarios residenciales, pero sí en las industrias. Calculó que el impacto alcanzará inclusive a quienes tengan contratado el servicio firme.
“Las inversiones deberían haberse hecho ayer”, señaló Montamat para caracterizar la urgencia y las necesidades, y destacó que los problemas pueden agudizarse de acuerdo con el crecimiento de la economía. “Cuánto hay que invertir depende de la tasa de crecimiento; si crecemos al 3 por ciento, harán falta unos 2200 millones de dólares por año de inversión en todo el sector energético”, apuntó. En cambio, si la Argentina crece al 5 por ciento, “la inversión deberá ser de 3300 millones de dólares anuales; esto es, dos puntos del PBI”.
Montamat recordó que cuando se devaluó, a principios de 2002, “y se pesificó asimétricamente la canasta energética, porque los derivados del petróleo siguieron el tren de la devaluación mientras se pesificaron la electricidad y el gas natural, la demanda se inclinó por lo más barato”, generando en parte el desequilibrio actual.