ECONOMíA
› EN ECONOMIA TEMEN QUE LOS
AUMENTOS PUEDAN “TENTAR AL DIABLO”
La inflación parece cosa ‘e Mandinga
“Mejor, no tentar al diablo.” Ese es el espíritu de la férrea negativa del Ministerio de Economía a un aumento generalizado de las jubilaciones. El “diablo”, en el actual contexto económico, no es otro que la inflación. Y Roberto Lavagna está convencido de que una medida a favor de los jubilados podría acentuar la tendencia alcista de los precios. Sin negar que una recomposición de los haberes del sector pasivo implicaría una cuota de justicia, en el Palacio de Hacienda prefieren privilegiar una visión más macro: “No podemos ser irresponsables”, comentó un miembro del equipo económico a este diario, en referencia a que una medida de ese tipo podría acelerar la inflación y tornarla incontrolable.
La postura de Economía respecto de un posible reajuste a los jubilados no difiere de la expresada por el ministro hace una semana cuando, desde China, anunció que monitoreará los acuerdos salariales entre sindicatos y empleadores. Esa expresión se constituyó en una clara señal de la preocupación que le genera el salto inflacionario, a la vez que puso de manifiesto la intención política de Lavagna de poner distancia de ese proceso.
La posición de Economía respecto de que haya aumentos a los trabajadores en actividad o a los jubilados es muy firme. En diálogo con Página/12, un estrecho colaborador de Lavagna precisó los argumentos en contra de otorgar, en estos momentos, un incremento salarial a la clase pasiva, aun cuando esa medida pueda ser llevada adelante con fondos genuinos de la Anses, que tiene ahorrados nada menos que 900 millones de pesos, lo necesario para financiar el eventual aumento. Pese a la dureza, en Economía se definen como “heterodoxos”.
- El principal argumento refiere que, bajo el actual contexto económico, en el cual se evidencia el crecimiento de la demanda “a un ritmo elevado”, “no es necesario aplicar una política fiscal procíclica” que potencie esa tendencia y termine presionando los precios al alza.
- El escenario actual permite hablar de “casos puntuales” de inflación, explicados por cuestiones estacionales (turismo y carnes, por ejemplo); una recomposición de precios relativos que venían rezagados tras la inflación (márgenes de los comercios minoristas, servicios privados) y algunos cuellos de botella en la industria, que se ve presionada en medio del crecimiento de la demanda.
- “El peligro es que si se dan aumentos en este marco de un dinamismo económico fuerte, la inflación deje de ser un fenómeno puntual, transitorio, para convertirse en un problema permanente”, explicó la fuente.
- “En la Argentina nunca se sabe cuándo se gatillan las conductas indexatorias de los agentes económicos. Mejor, no tentar al diablo. El objetivo es evitar cualquier expectativa inflacionaria.”
- “Nuestro mandato es garantizar un crecimiento sostenible de la economía. Sin entrar a juzgar lo justo que sería un aumento a los jubilados; la realidad macroeconómica indica que si la actividad viene creciendo con semejante fortaleza no hace ninguna falta que cebemos ese proceso con más incentivos al consumo.”
- “Somos heterodoxos. En una Argentina acostumbrada a las medidas procíclicas –como aplicar ajustes en medio de la recesión–, nosotros vamos en contra del ciclo. Y estamos plenamente confiados en que va a salir bien.”
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