ECONOMíA
› EXIGIRAN AUTORIZACION PREVIA PARA IMPORTAR JUGUETES Y CALZADOS
Con un ojo en China y otro en Brasil
Buscando detener el impacto de la entrada de juguetes chinos y calzados brasileños, Economía restringió las importaciones.
El Gobierno dispuso restricciones para las importaciones de juguetes y calzados como una forma de proteger la recuperación de la industria. Será a través del mecanismo de las “licencias no automáticas”, lo que significa que el importador deberá contar con la aprobación de la Secretaría de Industria. Se trata de la misma medida que ya rige para algunos electrodomésticos y línea blanca. Tanto calzados como juguetes se mostraron conformes, aunque demandan que el Gobierno dé un paso más y establezca salvaguardas.
“Lo que estamos asegurando es cierta protección para las industrias locales”, sostuvo el ministro de Economía, Roberto Lavagna, en una conferencia de prensa que ofreció junto al secretario de Industria, Miguel Peirano. El ministro explicó que en el caso del calzado las mayores importaciones provienen de Brasil, país con el que se llegó a un acuerdo para aplicar la medida, luego de que fracasaran los intentos de que los propios empresarios brasileños limiten sus envíos hacia la Argentina, una restricción difícil de conseguir cuando en el vecino país se restringe el consumo. A ello se agrega, como destacó Lavagna, que el real “se está apreciando y genera complicaciones para vender esos calzados en Europa y Estados Unidos, lo que podría alentar mayores envíos hacia nuestro país”.
Las compras de calzado brasileño pasaron de 13 millones de pares en 2003 a 19 millones el año pasado, y los empresarios temían que llegaran a 22 millones de pares a fines de 2005. La industria local produce alrededor de 50 millones de pares anuales. Brasil es el origen de cerca del 80 por ciento de las importaciones.
Los fabricantes locales de juguetes sostienen que pasaron de cubrir el 55 por ciento del mercado local en 2003 al 30 por ciento en el presente. El 72 por ciento de las importaciones provienen de China, el 8 por ciento de Brasil y el resto, un nicho de alto consumo, ingresa de Europa y algo de Estados Unidos. Se trata de un mercado de unos 350 millones de pesos.
Peirano aclaró que con las licencias no automáticas no se viola ningún acuerdo comercial con Brasil ni con China, ya que están contempladas por la Organización Mundial del Comercio (OMC), y no generaron mayores reclamos cuando se aplicaron para frenar las importaciones de lavarropas, cocinas y heladeras. El secretario advirtió que “se continúa monitoreando otros sectores” con miras a la aplicación de restricciones similares. En concreto, las licencias no automáticas significan lograr que Industria, en base a criterios de seguridad y calidad, autorice las importaciones. En los hechos, la medida suele actuar como un disuasivo y una regulación para el ingreso de productos de bajo costo y calidad.
Los industriales de los dos sectores acordaron “de palabra” con el Gobierno que la mayor protección no se traducirá en aumentos de precios. Ese eventual impacto fue descartado por Lavagna, quien aclaró que “no se evita la importación, sino que se la restringe”. De todas maneras, los productores locales ya iniciaron trámites en Industria para el establecimiento de salvaguardas, que operan vía cupos o aranceles.
Subnotas