ECONOMíA
› UNA ECONOMIA MUNDIAL MUY DEPENDIENTE DE EE.UU.
Un mundo con unipolaridad creciente
Estados Unidos se consolida como la aspiradora de bienes mundial, mientras que China e India mantendrán sostenida la demanda de materias primas y petróleo en los próximos años, consolidando la recuperación de los “términos del intercambio” para los exportadores de estos productos. El tácito “nuevo Bretton Woods” que sostiene el déficit estadounidense vía el reciclaje del superávit asiático no presenta un riesgo sistémico, salvo que se produzca un cambio inesperado en las reglas de juego. Estas son algunas de las conclusiones del Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2005 de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (Unctad), presentado ayer en Argentina.
El economista Roberto Frenkel, al presentar las conclusiones, destacó que en 2004 Estados Unidos generó el 69 por ciento del déficit mundial. En contrapartida, Japón representó el 19,3 por ciento del superávit global, Alemania el 10,9 y China, incluyendo Taiwan, el 10 por ciento. La conclusión de la Unctad es que la economía mundial es demasiado dependiente del déficit comercial estadounidense y que el dinamismo del crecimiento en el área del euro y Japón resultó muy débil, pues aunque ambas economías han acumulado grandes excedentes en su cuenta corriente, al mismo tiempo mantuvieron anémicas sus demandas internas. Esta circunstancia explica en parte que el crecimiento mundial se proyecte para 2005 en el 3 por ciento (3,8 en 2004). Las mayores tasas seguirán siendo las de los países en desarrollo, cuyo crecimiento pasará del 6,4 al 5,4 por ciento.
Los principales riesgos son el desequilibrio mundial y el petróleo a 70 dólares. Pero a diferencia de las viejas escaladas en el precio del crudo, la actual no ha tenido hasta ahora efectos recesivos para la economía mundial, pues son resultado de la mayor demanda mundial y no de problemas de oferta, aunque representa una pesada carga para muchos países en desarrollo.
La contracara positiva es que la mayor demanda mundial no es sólo de petróleo (energía) sino también del grueso de commodities, lo que significó una mejora en los “términos de intercambio” para muchos países en desarrollo, entre ellos los de América latina. China e India ocupan hoy el lugar que 20 años atrás tenía el sudeste asiático y su demanda garantiza los buenos precios de las commodities para los próximos años.
En este punto, la Unctad destaca la importancia de los tipos de cambio competitivos en los procesos de desarrollo.