La inversión extranjera directa en Argentina alcanzó el año pasado los 4200 millones de dólares, un 125 por ciento más que en 2003, cuando habían ingresado 1900 millones. Esos datos surgen del último “Informe sobre Inversiones en el Mundo”, difundido ayer por Naciones Unidas.
“En la década del ’90, Argentina fue uno de los principales focos de atracción de inversiones en el mundo, luego se detuvo con la crisis del 2001, y ahora cambió la tendencia y está entrando en un proceso de atracción de inversiones extranjeras directas”, explicó al presentar el informe el economista Daniel Chudnovsky, profesor de la Universidad de San Andrés y consultor de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés).
A diferencia de las inversiones financieras, la inversión directa es la que todos los gobiernos buscan atraer, ya que ese concepto se refiere a las inversiones que realizan las multinacionales, ya sea mediante la compra de empresas locales y/o la instalación de nuevas plantas, tanto en el sector industrial y agrícola como de servicios.
El informe destaca que el crecimiento de las inversión extranjera directa (IED) en Argentina durante el año pasado fue el mayor registrado en América latina, que en 2004 recibió un 44 por ciento más de inversiones que el año anterior. Sin embargo, los 4200 millones de dólares invertidos por las multinacionales en Argentina todavía están lejos del último record de 18 mil millones registrado en 1999.
Según Chudnovsky, destacó que gran parte de la IED volcada durante la última década hacia Argentina y Brasil fue para comprar empresas privadas o estatales que se privatizaban, a diferencia de la situación actual, en la que se erigen nuevos emprendimientos para aprovechar ventajas naturales o de competitividad de la mano de obra.