El dólar cerró ayer a 3,70 pesos en el mercado libre y a 3,56 en las operaciones por cuenta y orden del Banco Central. Las cotizaciones, superiores al cierre del pasado viernes, mostraron que la mayor presión ejercida por la autoridad monetaria sobre los exportadores y el mercado minorista no fueron suficientes para detener el drenaje de reservas. De acuerdo a cifras oficiales, este lunes se perdieron otros 15 millones de dólares. Los operadores financieros negaron que el plan bono haya tenido efectos sobre la plaza cambiaria, donde la divisa estadounidense sigue constituyendo la única reserva de valor. En tanto, luego de reunirse durante varias horas, Roberto Lavagna y Mario Blejer decidieron bajar los decibeles del enfrentamiento entre Economía y el Central y emitieron un comunicado conjunto de apoyo al plan bono. Los ahorristas tendrán ahora hasta mediados de julio para elegir si atan su destino al de las entidades financieras, continuando con los depósitos reprogramados, o al del sector público, aceptando los bonos en dólares.
La voluntad del Banco Central de aumentar el control sobre la cotización del dólar modificó ayer la plaza cambiaria. En el mercado minorista la novedad fue exigir a los compradores número de cuil o cuit, una medida que habría afectado a los “coleros” y a quienes organizaban, a través de terceros, las compras de los dólares del Central. Además, muchas casas de cambio optaron por abandonar las operaciones por cuenta y orden, que tienen un spread menor (ayer la brecha fue 3,47/3,56 pesos por dólar para la compra y para la venta respectivamente) y operar directamente con el libre para aprovechar el spread mayor (3,55/3,70) y, sobre todo, para evitar perder los negocios genuinos. Al margen de estas modificaciones, el BC se vio obligado a vender 17 millones en el minorista para frenar una suba mayor a la finalmente registrada.
En el mercado mayorista los resultados fueron mejores. Allí el Central vendió 32 millones, pero recompró 34 millones. La exigencia del BC de que las exportaciones de más de un millón de dólares se liquiden directamente en la entidad monetaria, sin la anterior intermediación de las entidades financieras, y alguna liquidación por parte de los bancos fueron los principales componentes que explicaron la mayor liquidez de dólares. No obstante, habrá que esperar el transcurso de la semana para precisar el verdadero efecto de la medida, es decir para verificar si se detiene o no la pérdida de reservas o si la liquidación de exportaciones será la suficiente para absorber la creciente liquidez de pesos volcados al sistema. Ayer, no obstante, siguieron las acusaciones mutuas entre bancos, gobierno y exportadores. Desde la Cámara de Exportadores rechazaron que no estén liquidando divisas (ver aparte), mientras que desde el Gobierno afirman que muchos bancos retienen dólares más allá del 5 por ciento por sobre su responsabilidad patrimonial al que están habilitados.
Mientras esto sucedía en la plaza cambiaria, Lavagna y Blejer se reunieron para acercar posiciones sobre la reglamentación del Plan Bono, la tercera variable que urge al equipo económico junto al nivel de reservas y el dólar. A pesar de que la reunión tuvo también el objetivo de limar asperezas entre el Central y Economía, la distensión no alcanzó para que finalmente se realizara la anunciada y luego desmentida conferencia de prensa conjunta de los titulares de ambas reparticiones. A cambio, se optó por difundir un comunicado conjunto en el que Blejer y Lavagna “reiteran -al igual que lo ha hecho toda la banca, tanto nacional como extranjera– que el sistema voluntario” anunciado el pasado sábado “es perfectamente compatible con los derechos de los ahorristas y los depositantes, y que el mismo fue diseñado a partir del convencimiento de que no cabía insistir en soluciones compulsivas”.
En la Secretaría de Finanzas estimaron que para este jueves estará terminada la reglamentación del plan y que a partir del lunes los ahorristas podrán comenzar a optar por dejar sus fondos en los bancos o canjearlos por los títulos. Para esto contarán con 30 días hábiles bancarios, es decir, hasta el martes 16 de julio.