“Es cierto que tenemos discrepancias con el Gobierno en algunos segmentos exportadores, pero también es cierto que confiamos en que hay oportunidades para mejorar.” Con esta sentencia, Enrique Mantilla, titular de la Cámara de Exportadores de la República Argentina, intentó buscar un camino intermedio entre la queja lisa y llana y el aval expreso a la política oficial. Felisa Miceli, en tanto, subrayó los esfuerzos oficiales, empezando por el mantenimiento del actual tipo de cambio competitivo y subrayó que las ventas al exterior crecerán un 13 por ciento este año.

“Como definición de política activa y no porque ocurra de casualidad, todos los días se compran divisas por montos relevantes a través del Banco Central con el objetivo expreso de mantener un tipo de cambio competitivo”, destacó la ministra en uno de los primeros párrafos de su discurso ante empresarios y economistas que ayer se congregaron para celebrar el Día de la Exportación.

Miceli también subrayó los resultados “altamente positivos” del comercio exterior argentino, con “tasas de crecimiento de las exportaciones que casi duplican a las del PBI en los últimos tres años”. La ministra señaló que para el 2006 se esperan exportaciones por 45 mil millones, y subrayó que aumentó tanto el valor agregado de los envíos al exterior como la “diversificación geográfica”. En este punto, destacó que se abandonó la “brasildependencia” de fines de la década pasada, cuando el tercio de las exportaciones tenía por destino el aludido país vecino: ahora el 20 por ciento se orienta al Mercosur y los destinos asiáticos absorben el 16 por ciento. Pero estas mejoras no parecen resultar suficientes para las empresas del rubro.

Mantilla se ocupó de enumerar todas aquellas cuestiones pendientes que podrían mejorar la performance exportadora del país omitiendo, eso sí, la expresa alusión a las retenciones, principal causa del malhumor de los empresarios del rubro. Entre los escollos, el titular de la Cámara de Exportadores advirtió cómo el alto precio del petróleo, “por la incidencia en un sector estratégico como el transporte”, atenta contra la productividad y se lamentó por la falta de una ley de inversiones para pymes sobre la base de beneficios fiscales.

Pero el representante de esa cámara fue un poco más allá cuando pidió concretamente emular a Brasil en la ley que permite a sus exportadores no liquidar obligatoriamente el 30 por ciento de sus divisas, lo que a su juicio permitiría estimular las inversiones.