Mié 24.01.2007

ECONOMíA

El Club de París no viaja en el tren bala alemán

La demora en la reestructuración de la deuda con el Club de París dificulta a grupos alemanes la participación en la licitación del corredor veloz Buenos Aires-Rosario-Córdoba.

› Por Fernando Krakowiak
Desde Berlín

“Argentinien macht richtige saghen und wichtig”, le dijo el ministro de Economía alemán, Michel Glos, a Julio De Vido, titular de Planificación, durante la reunión que mantuvieron ayer para analizar las relaciones bilaterales entre ambos países. La frase significa que “Argentina está haciendo cosas importantes correctamente” y fue interpretada por la comitiva oficial como una muestra de confianza que podría derivar en un apoyo a la propuesta de reestructuración de la deuda que el Gobierno le presentó al Club de París. De Vido planteó el tema durante el encuentro y, según dijo, el funcionario alemán se manifestó interesado en que la negociación se resuelva lo antes posible, pero evitó pronunciarse sobre la conveniencia de aceptar la oferta argentina.

“El acuerdo va a llegar. Lo fundamental es que nos pongamos a negociar cuanto antes y es muy importante que Alemania coincida con nosotros en este punto”, afirmó el ministro a los periodistas argentinos después de la reunión. Para conseguir el apoyo alemán, De Vido destacó el crecimiento de la economía argentina, el superávit fiscal y la política de desendeudamiento, lo que motivó el elogio mencionado por parte de Glos.

El Gobierno está interesado en acelerar la negociación con el Club de París porque la reestructuración de esa deuda les permitiría a las empresas extranjeras incrementar sus inversiones en Argentina. Ahora pueden invertir, pero les resulta muy costoso conseguir financiamiento en sus países de origen para grandes proyectos, requisito que aparece como indispensable en algunas obras de infraestructura básica.

Una opción que tienen las compañías para abaratar el costo de los créditos es gestionar un seguro. Sin embargo, las principales aseguradoras no respaldan créditos destinados a invertir en países que están en cesación de pagos con el Club de París. Por ejemplo, Siemens está interesada en obtener la licitación para la construcción del tren de alta velocidad Buenos Aires-Rosario-Córdoba (ver aparte), pero el Gobierno va a exigir que la obra sea financiada en un 50 por ciento por quien gane la compulsa y la aseguradora alemana Hermes-Kredit no garantiza un crédito con ese objetivo. Por lo tanto, el costo de financiamiento se incrementa desalentando a la empresa. Una situación similar enfrentan las compañías españolas CAF y OHL, que integran otro de los grupos que han sido preseleccionados para disputar el contrato del “tren bala”.

La situación cambiaría si se regulariza la deuda con los 19 países que integran el Club de París, entre los cuales se encuentran las principales potencias europeas. El Gobierno elevó una propuesta hace pocos días donde se ofrece pagar los 6300 millones de dólares adeudados en un plazo de 10 años y con una tasa de interés equivalente a Libo más un punto, algo más de 6 por ciento anual. Reclamar el apoyo de Alemania a la propuesta no es casual, pues los países que tendrán mayor peso en la decisión final son los que tienen más acreencias y entre ellos se encuentran Alemania (2113 millones), Japón (1414) y España (629 millones, más otros 850 millones entregados a la administración De la Rúa).

De Vido afirmó ayer que el Club de París recibió la última oferta, elaborada por el Ministerio de Economía, pero pidieron mejorar los plazos. “Es lógico que lo hagan porque ellos defienden sus intereses, pero nosotros hacemos lo propio con los nuestros.” Luego agregó que “estando Argentina interesada en impulsar inversiones y financiamiento de obras de infraestructura que el país necesita, y estando los miembros del Club de París interesados en participar de tales obras, creo que llegaremos a un acuerdo”, agregó.

Durante la reunión, De Vido también le informó a Glos que se está avanzando en la renegociación del contrato con la empresa Puentes del Litoral, consorcio que construyó y administra el puente Rosario-Victoria y donde participa la compañía alemana Hotchtief, junto a Roggio, Impregilo y Sideco. El consorcio le debe dinero al Estado y el ministro aseguró que se intentará cobrar las deudas adquiriendo una participación en la compañía que podría llegar al 25 por ciento. “Otra opción pondría en riesgo la supervivencia de la firma”, aseguró.

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