Los indicios de falta de productos lácteos en el comercio empezaron a hacerse evidentes en distintos puntos del país en los últimos días. Los productores responsabilizan a los industriales por privilegiar la exportación por sobre el mercado interno. Los datos difundidos por Senasa, ayer, sobre ventas al exterior en el primer bimestre corroboran esa opinión. Mientras los tamberos denuncian que el bajo precio que reciben está provocando una caída en la producción, los exportadores especulan con adelantar ventas antes de que rijan subas en las retenciones, justamente para financiar un subsidio a la producción de leche.

A principios de esta semana, el titular de la Unión General de Tamberos, Guillermo Draletti, había denunciado el desabastecimiento en varios puntos del país y aumentos en el precio de los quesos del 5 al 10 por ciento. Otras fuentes del sector indicaron que el desabastecimiento obedecía a que se estaban anticipando exportaciones de leche en polvo ante el temor de que se fijaran restricciones a las ventas externas y precios tope para el mercado interno. La especulación partía de interpretar que, a partir de la Resolución 61/07 de Economía, el subsidio a los productores sería solventado con la imposición de derechos adicionales a la exportación (retenciones), tal como se hizo con la soja para subsidiar a los molinos harineros.

La tentación de volcar la producción hacia la exportación, por el diferencial de precios obtenido, fue evidente, en particular en el caso de los industriales más fuertes. No es casual, señalan los analistas del sector, que en Córdoba y Santa Fe, las dos provincias que concentran las principales empresas exportadoras, se verificaran los primeros síntomas de desabastecimiento de leche, yogures y quesos. Según declaraciones de dirigentes de Cartez a la prensa, la industria les paga 55 centavos a los productores y exporta a 93 por litro.

Mientras la recepción de leche en la industria cayó en el primer bimestre un 7,3 por ciento, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, la exportación creció en volumen 58 por ciento en el mismo período, siempre en relación con el año anterior. A ese corrimiento de la oferta hay que agregarle el efecto en el mercado de un aumento sostenido de la demanda interna de lácteos. El impacto se empezó a sentir en las góndolas del interior en la semana anterior y en las principales ciudades del país en los últimos días.

La exportación de productos lácteos –leches, quesos y otros– alcanzó a 79.561 toneladas en el primer bimestre, por valor de 179,8 millones de dólares, con un crecimiento del 58 por ciento en volumen y 54 por ciento en divisas respecto del mismo período de 2006.

El fondo compensador para subsidiar a los tamberos recién se empezó a implementar esta semana. Apenas 56 tamberos fueron beneficiados en la primera tanda de subsidios, recibiendo 5 centavos por litro entregado a la industria. Según explicó Santiago Peyré, representante de la cuenca Mar y Sierras, los productores del sudeste bonaerense venden la leche a 53 centavos el litro, en tanto que “en Santa Fe y Córdoba está alrededor de los 60 centavos”, estimó. Se quejó de que “la producción es un mal negocio para los tamberos”, y señaló que las condiciones del negocio “fueron decayendo y se acentuaron durante la segunda mitad del año pasado”. La producción descendió, según describió el dirigente, también por la incidencia de la sequía, que impidió el cultivo de pasturas y verdeo para alimentar el ganado en ordeñe. Señaló que la tendencia se mantuvo al empezar el año actual, por lo cual “ahora estamos viviendo el resultado de un mal negocio, con el desabastecimiento como síntoma”.