El gobierno estadounidense volvió a defender ayer al presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, un día después de que un panel investigador dictaminara que violó las normas del organismo al aumentarle el sueldo a su novia, Shaha Ali Riza. Tony Snow, portavoz de la Casa Blanca, sostuvo que el ex número dos del Pentágono cometió un error, pero precisó que el asunto “no es motivo de despido”. “Hemos dejado claro que respaldamos a Wolfowitz”, aseguró. El consejo ejecutivo de la entidad, que ayer escuchó el descargo del funcionario a puertas cerradas, prevé emitir hoy un comunicado oficial sobre el tema.

Wolfowitz “suplicó” a la junta directiva de la institución que lo mantenga en su cargo y prometió realizar cambios en sus métodos de gerenciamiento, según la transcripción de la audiencia. Ahora las opciones son solicitarle que dimita o adoptar alguna medida para reprenderlo. Los integrantes del consejo recibieron anteayer una copia del informe elaborado por un panel investigador, en el que se describe a un Wolfowitz preocupado con “sus propios intereses” y alguien que se creyó ajeno a las normas del organismo a la hora de fijar las condiciones laborales de su pareja.

“El grupo concluye que desde el principio Wolfowitz se presentó a sí mismo en oposición a las reglas establecidas de la institución. No aceptó las políticas del banco sobre conflicto de interés y buscó negociar por su cuenta una resolución diferente de la que hubiese correspondido”, destaca el informe. Wolfowitz se refirió a los hallazgos del panel como “desequilibrados y erróneos” y argumentó que se omitieron documentos que respaldan su posición.

El funcionario informó al consejo ejecutivo cuando llegó al Banco Mundial que tenía una relación sentimental con una empleada. Pidió ser excluido de las decisiones sobre el sueldo de ésta, pero insistió en mantener contacto profesional con ella, pese a que las normas del organismo consideran ese contacto como un conflicto de interés. El comité de ética recomendó que Riza fuera transferida fuera del banco y que recibiera un aumento de sueldo y una promoción. Wolfowitz actuó en consecuencia y decretó un aumento que excedió lo estipulado por la entidad sin consultar los detalles con el consejo ejecutivo.