El Indec está encerrado en su laberinto. La posibilidad de que el organismo encuentre una salida a su crisis parece cada vez más lejana. El Ministerio de Trabajo dictó ayer la conciliación obligatoria en el conflicto que mantienen los trabajadores del Instituto con las autoridades, pero en una masiva asamblea la comisión interna decidió no acatar la medida. En consecuencia, los empleados enrolados en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ratificaron la continuidad del paro activo hasta el próximo lunes. Además, hoy darán un abrazo simbólico al edificio de Diagonal Sur y el próximo lunes realizarán una nueva asamblea para resolver la profundización del plan de lucha.

La conducción del Indec había pedido la conciliación obligatoria para darle un corte a la medida de fuerza e intentar una negociación durante los próximos quince días. Sin embargo, los trabajadores en conflicto –ATE es uno de los seis gremios con representación en el organismo– cuestionaron los términos que utilizó la cartera laboral para convocar al diálogo. “Deberían haber retrotraído la situación a lo que sucedía antes de que se votara el paro, pero ellos no se movieron en nada”, protestó en diálogo con Página/12 Daniel Fazio, delegado normalizador de ATE en el Indec. En concreto, el gremialista reclamó la restitución de Cynthia Pok en el cargo del cual fue removida.

El paro fue decretado por la salida de Pok, quien era hasta hace dos semanas la responsable de la elaboración de los índices de pobreza e indigencia. La funcionaria se negó a seguir realizando esa tarea debido a la intervención en el área que mide la inflación y al cambio metodológico implementado desde entonces con la llegada de Beatriz Paglieri. Pok argumentó que las inconsistencias técnicas en el cálculo de la inflación se trasladaban a su campo de acción, ya que para determinar los costos de las canastas básica y alimentaria necesitaba basarse en los resultados del Indice de Precios al Consumidor (IPC).

Alejandro Barrios, director del Indec, dispuso que Pok dejara la Dirección de Estadísticas de Condiciones de Vida y ayer le dio licencia por adelantado. La comisión interna reaccionó llamando al paro. Y rechazó la conciliación obligatoria porque “no hay una verdadera vocación de negociar”, según la visión de Fazio. En el Ministerio de Trabajo guardaron silencio respecto de las eventuales consecuencias por la falta de acatamiento de su resolución. En términos legales, los empleados se exponen a sanciones que van desde el descuento por los días no trabajados hasta el despido. Sin embargo, fuentes del Indec y de la propia cartera laboral señalaron que, de haber alguna penalidad, será leve.

Desde la cúpula del organismo indicaron a este diario que la medida de fuerza tiene un impacto menor. “Sobre 1500 trabajadores, los que paran son a lo sumo 100”, aseguraron. A través de un comunicado, el Indec sostuvo que “ninguno de estos acontecimientos afectará la normal producción de los indicadores que habitualmente elabora y difunde este organismo”.

Fazio, por su parte, comentó que dentro del área encargada de la medición de la inflación la adhesión al paro es significativa. En cambio, las autoridades del Indec sostienen que es limitada. Estas últimas fuentes admitieron que el conflicto con los trabajadores demora la normalización del Instituto. El objetivo de Barrios era llegar a septiembre con una nueva metodología de cálculo de la inflación, pero los paros a repetición demoran todo el proceso.