La cartera laboral citará a los responsables de los mayores shows musicales programados este año para advertirles sobre el alto grado de trabajo en negro comprobado en los espectáculos.
› Por Raúl Dellatorre
No sólo los fanáticos esperan con expectativas los shows que, de aquí a fin de año, ofrecerán en Argentina Sabina y Serrat, Soda Stereo, Creamfields, Björk, Caetano Veloso y los que participen del evento Pepsi Music, entre otros. También el Ministerio de Trabajo, en particular el área de Inspección y Verificación del Trabajo, tiene un ojo puesto en los recitales más convocantes. La experiencia de las inspecciones realizadas en lo que va del año revela una muy alta proporción de trabajadores cumpliendo funciones en negro en esos shows, pero esta vez la cartera laboral optará por una política disuasiva: convocará a los organizadores de los más importantes shows programados hasta fin de año para “pedir su colaboración” para asegurar el cumplimiento de las leyes laborales durante el evento. De acuerdo con los datos recabados hasta el presente, entre los concesionarios gastronómicos (venta ambulante de bebidas, panchos, hamburguesas y golosinas) se registra el más alto índice de irregularidades, que sin embargo también alcanzan a los acomodadores, seguridad, productores, armadores y prácticamente a toda actividad que realizan los participantes adentro o en los alrededores del estadio.
En el marco de la política de combate al empleo en negro, el Ministerio de Trabajo está realizando inspecciones que buscan lograr impacto público, de forma tal de poner de manifiesto que estas prácticas de contratación irregular están siendo perseguidas y no quedan impunes. Así, realizó inspecciones a emprendimientos de la construcción de magnitud y elevado costo, como las torres de Puerto Madero y Palermo, tanto como en los restaurantes de moda en las zonas más exclusivas de la ciudad.
A esa lista, le sumó este año los recitales de música, para lo cual mandó a su cuerpo de inspectores a recorrer las presentaciones del grupo mexicano Maná, el puertorriqueño Ricky Martin, el grupo local de fuerte convocatoria Bersuit Vergarabat y el festival Quilmes Rock. En todos y cada uno de ellos, se comprobó –tal cual se sospechaba– una amplia lista de trabajadores no registrados en el sistema de Seguridad Social. En el caso del show de Maná, fueron once empresas productoras de distintos aspectos del espectáculo las inspeccionadas, detectándose que nueve de ellas estaban en infracción. De 313 trabajadores inspeccionados, 63 estaban directamente en negro. En el recital de la Bersuit, sobre 15 empresas inspeccionadas, 11 estaban en infracción, y sobre 314 trabajadores relevados, más de 70 estaban en negro.
El caso del Quilmes Rock es el antecedente más fuerte, por su dimensión y por el alto grado de irregularidad. De 18 empresas participantes de la organización que se inspeccionaron, 17 estaban en infracción. Sobre 514 trabajadores cuya situación legal se verificó, en 191 casos se comprobó que estaban en negro. Una de las empresas productoras y armadoras, BDA Producciones, era reincidente en este tipo de faltas, no obstante lo cual se verificó que tenía el ciento por ciento del personal a su cargo (16 personas) en negro. Entre los rubros con más alto grado de evasión laboral se destacó el de los vendedores ambulantes. La empresa concesionaria, Gastroeventos, computó 24 trabajadores en negro entre los 70 alcanzados por el relevamiento.
Esta vez, la cartera a cargo de Carlos Tomada buscará que los propios organizadores presten su colaboración en el control del trabajo en negro, no sólo de su propio personal sino también el de aquellas empresas que contraten. El propósito es apuntar con políticas específicas sobre cada modalidad del trabajo en negro, un mal tan extendido (más del 40 por ciento del universo de personas con empleo) como heterogéneo.
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