El comercio bilateral entre Argentina y Brasil marcará este año su tercer record consecutivo, al totalizar un volumen de 21 mil millones de dólares. Así lo reveló el embajador brasileño, Mauro Vieira, quien dijo además que Argentina estaba achicando el déficit comercial de los últimos años. “Las exportaciones argentinas crecieron casi 30 por ciento en el primer cuatrimestre del año, reduciendo 17 por ciento el déficit”, afirmó.

“La tendencia es de un comercio cada vez más equilibrado y el éxito pleno de la integración radica en facilitar el acceso al mercado brasileño”, agregó el diplomático, en el marco del seminario “Argentina-Brasil: Oportunidades de comercio e inversiones”. Por su parte, el embajador argentino en Brasil, Juan Pablo Lohlé, coincidió en que el país debe “acrecentar su presencia” en el mercado del socio mayor del Mercosur. “Estamos pensando que en el norte de Brasil hay un mercado de 20 millones de personas donde puede ingresar la Argentina”, aseguró.

Según datos distribuidos en el mismo seminario por el subsecretario de Pymes, Matías Kulfas, “seis de cada diez pequeñas y medianas empresas argentinas exportan a Brasil”, lo que significó que este año el sector acaparara el 10 por ciento de los envíos al país vecino.

El embajador Ruy Nogueira hizo un llamado de atención en medio de tantos datos alentadores. Sostuvo que “no hay integración si no hay comercio bilateral”, y consideró que es preciso “lograr mayor equilibrio entre exportaciones de ambos países, ya que hoy las de Argentina están un poco rezagadas”. En igual sentido advirtió sobre el carácter primario que todavía tienen una parte de las exportaciones. “La mitad de las ventas argentinas a Brasil proviene del campo. Nosotros queremos concentrarnos en esa otra mitad, en la que están los automóviles, las autopartes y el sector petroquímico, para potenciarlos y que crezcan en nuestro país”, afirmó.

En tanto, el embajador Luis María Kreckler resaltó “la importancia del comercio bilateral y la situación geográfica de Brasil para comerciar con el mundo”. “Es el período de expansión del comercio bilateral más grande de la historia. Debemos aprovecharlo profundizando las relaciones políticas y comerciales”, se entusiasmó Kreckler.