ECONOMíA › PERDIDAS DEL 5 AL 7 POR CIENTO POR EL TEMBLOR INTERNACIONAL
Jornada negra para los títulos argentinos de deuda. Fuerte caída después de que el principal fondo de inversión recomendó vender.
› Por Claudio Zlotnik
Los bonos de la deuda argentina sufrieron ayer una de las peores caídas desde que comenzó la agitación en los mercados financieros. Los títulos bajaron hasta 4,8 por ciento. Peor les fue a los cupones atados al crecimiento de la economía, que se desplomaron entre 6,5 y 6,8 por ciento.
La corrida fue gatillada por la recomendación de Pimco, el principal fondo de inversión del exterior en países emergentes, de desprenderse de papeles argentinos. El contexto tampoco ayudó: los mercados internacionales vivieron otro día convulsionado. Hubo fuertes bajas en Wall Street, Europa y en los recintos de América latina.
El mensaje de tranquilidad emitido por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, no alcanzó para revitalizar los mercados. Bien temprano, el banquero central había asegurado que la situación “está volviendo progresivamente a la normalidad”. Acto seguido, el BCE inyectó al mercado 7700 millones de euros (10.400 millones de dólares). En las jornadas previas, la acción coordinada entre el BCE, la FED y el Banco de Japón, entre otros bancos centrales, había servido para calmar los ánimos de los operadores. Pero ayer, la intervención en solitario del BCE pasó prácticamente desapercibida.
El índice Dow Jones cayó 1,6 por ciento, mientras que en Europa se anotaron bajas de entre 1,2 y 1,6 por ciento. Por su parte, la Bolsa de San Pablo retrocedió 2,9 por ciento, la de México, el 2,4; y el MerVal de Buenos Aires, el 1,7 por ciento. El dólar se quedó quieto en 3,17 pesos, mientras que, en Brasil, el real se devaluó cinco centavos, a 1,99 por dólar. El fuerte retroceso de los activos se disparó cuando Wal Mart, la principal cadena minorista del mundo, anunció un balance más flojo al esperado por Wall Street. Lo propio sucedió con otra cadena, Home Depot, lo que, según las empresas, ya está marcando el impacto negativo de la crisis inmobiliaria en la economía estadounidense.
La peor parte se la llevaron los títulos de la deuda. El Par en pesos fue el que más bajó, 4,8 por ciento. El derrape de los papeles llevó a la paradoja de que, en la actualidad, los rendimientos de los bonos son similares a los que existían al final del gobierno de la Alianza, cuando la explosión de la convertibilidad era inexorable. Algunos ejemplos de papeles en dólares: un Boden 2012 rinde un 9,5 por ciento anual y un Bonar a siete años, el 11,3 por ciento. Los bonos en pesos están rindiendo entre siete y ocho puntos por encima de la inflación. Un informe del fondo Pimco recomendó a sus clientes vender papeles de la Argentina, Ecuador y Líbano.
Este marco complicado no impidió al Central a renovar sus vencimientos de deuda. Sobre vencimientos por 920 millones de pesos, el BC licitó Lebac y Nobac por 1176 millones de pesos. Nueve de cada diez pesos se colocaron a 49 días a una tasa del 10,35 por ciento anual, un costo similar al de la semana pasada. Como hace siete días, los bancos privados, en especial los extranjeros, se mantuvieron al margen de la operatoria. Desde las casas matrices hubo una orden de bajar la exposición al riesgo argentino.
Fuentes de la city señalaron a Página/12 que los mayores suscriptores de Letras y Notas fueron las entidades públicas. Algunos operadores señalaban que, en un marco de liquidez restringida, la estrategia contractiva del Central podría ponerles presión a las tasas de interés.
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