En un intento por destrabar la última crisis desatada en el Indec, el jefe de Gabinete pidió a los delegados sindicales una tregua de 48 horas para “rever” los últimos despidos decididos en el organismo. La intervención de Alberto Fernández se produjo en medio de una interna en el seno del Gobierno por la situación en el Instituto. Desde el Ministerio de Economía reiteraron ayer el “malestar” generado por los desplazamientos, que habrían sido decididos por Guillermo Moreno.

Ante el pedido de Fernández, los trabajadores aceptaron posponer la medida de fuerza prevista, en un principio, para mañana. El paro, en caso de que no se reincorpore a los trece empleados cesanteados, se realizará recién el jueves.

El nuevo conflicto en el Indec tuvo un cambio de rumbo con la comunicación directa del jefe de Gabinete con el secretario general de ATE Nacional, Pablo Micheli. “Alberto (Fernández) me pidió 48 horas para revertir los despidos”, reveló el gremialista en declaraciones radiales. Luego agregó que el jefe de Gabinete “dijo no estar de acuerdo con esta decisión y, por ello, entiendo que es el planteo que involucra a la mayoría del gobierno nacional”. Fernández no hizo ningún comentario público sobre la cuestión.

Ayer, desde el entorno de Miguel Peirano volvieron a manifestar el “malestar” del ministro con el agravamiento de la crisis en el Indec, justo cuando se intentaba sellar un acuerdo definitivo. Dos meses atrás, Economía y la Jefatura de Gabinete habían convocado a los delegados de ATE para discutir un arreglo en el seno de una comisión especial. Entre los primeros puntos rubricados en ese ámbito se garantizaba la estabilidad laboral de los contratados.

Desde la junta interna de ATE-Indec salieron a denunciar que, en simultáneo con el desplazamiento de los trece técnicos, la dirección del Instituto está reclutando un centenar de empleados “demostrando la voluntad de reemplazar al personal que no se subordine a la manipulación de los datos”, según se consignó en un comunicado. A su vez, Pablo Micheli dijo que a las cesantías había que interpretarlas como “una venganza contra los compañeros que denunciaron la violación de estadísticas”. A su vez, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, denunció la existencia de “una mano negra” detrás de esos despidos y dijo que con la medida se “arroja nafta sobre las brasas”.

“No me quiero jugar. No me animo a decir si se resolverá el conflicto. Todo depende del poder real de Guillermo Moreno. Hay que ver quién gana la pulseada en el Gobierno: si el secretario de Comercio, que para nosotros fue el impulsor de los despidos, o el tándem Jefatura-Economía”, aseguró en diálogo con este diario Daniel Fazio, delegado de ATE en el Indec.

Fazio confirmó a este diario que el paro total de actividades programado para mañana se postergó para el jueves. Y que se desactivará en caso de que el Gobierno reincorpore a los trece desplazados a sus tareas originales. Ese fue el resultado del plenario de trabajadores realizado ayer por la tarde, en el cual participaran alrededor de 300 delegados de todos los sectores del Instituto. En caso de que no haya reincorporaciones y finalmente el paro se realice, la medida incluirá una marcha hasta el Ministerio de Economía.

El dirigente gremial comentó también a Página/12 que los empleados que quedaron desplazados intentaron ingresar al Instituto, pero que la policía apostada en el lugar se los impidió.

A la espera de la gestión de Alberto Fernández, los trabajadores convocaron para hoy a las 11 y media de la mañana a un nuevo “abrazo” simbólico al organismo. Se trata de la medida que vienen llevando a cabo los trabajadores cada vez que el Indec da a conocer el índice de la inflación, seriamente sospechado de manipulación desde principios de año.