ECONOMíA › DESESPERADO AJUSTE A LA BAJA DE LA TASA DE INTERES DE LOS ESTADOS UNIDOS
La FED (banca central estadounidense) disminuyó 0,75 por ciento la tasa, para dejarla en 3,5. El objetivo es evitar la recesión, que la mayoría cree inminente. Las bolsas mundiales respondieron con moderadas alzas en las cotizaciones. Buenos Aires subió 3,6 por ciento.
Minutos antes de que se abriera la operatoria en Wall Street, y bajo la seria amenaza de un derrape histórico en los mercados, la Reserva Federal (banca central estadounidense) jugó una carta fuerte para evitarlo. De manera sorpresiva, fuera de agenda, dispuso una rebaja de tres cuarto de punto en la tasa de interés de corto plazo. Ahora quedó en el 3,5 por ciento anual. La medida calmó a los mercados, aunque tanto en la city porteña como en Wall Street persiste la convicción de que Estados Unidos no podrá evitar la recesión. Los principales bancos internacionales prevén descensos adicionales en la tasa de interés en el cortísimo plazo.
En la madrugada argentina, cuando aún faltaban varias horas para conocerse la determinación de la FED, las bolsas de Asia habían cerrado con fuertes quebrantos. El Nikkei de Japón había cedido 5,7 por ciento y el Hang Seng de Hong Kong, el 7,5. Con ese panorama, los recintos europeos arrancaban con claros signos negativos. Y en las operaciones de futuro, Wall Street presagiaba otra jornada con pérdidas históricas. A una hora de que sonara el timbre dando inicio a las negociaciones en Nueva York, la Reserva Federal difundió un comunicado informando el descenso en el costo del dinero.
Fue la primera vez que se da una caída superior a medio punto en 24 años. La anterior, en 1984, había sido de un punto. En su nota informativa, los directores de la FED admitieron que la decisión se tomó “en vistas del debilitamiento del panorama económico y los crecientes riesgos de inconvenientes en el crecimiento”. Los distintos gobernadores también evaluaron que “los mercados financieros continuaron deteriorándose y el crédito se siguió limitando para algunas empresas y hogares”, además de que se evidenció un empeoramiento en el mercado laboral. Se refería al ascenso de la tasa de desocupación, al 5 por ciento durante diciembre. La Reserva Federal actuó fuera de agenda, como cuando se produjo la debacle bursátil por los atentados contra las Torres Gemelas.
La medida recibió el inmediato respaldo de la administración Bush. El secretario del Tesoro, Henry Paulson, consideró que el recorte en la tasa rectora es “muy constructivo”. El funcionario anunció también que suspendió el viaje a la convención de Davos para quedarse en Washington para negociar el paquete de medidas fiscales impulsadas por Bush.
Una muestra de la preocupación que existe por la marcha económica lo da el hecho de que el brusco abaratamiento en el costo del dinero se produce en medio de un repunte de los precios. Hace una semana, Estados Unidos informó que la inflación interanual había escalado al máximo nivel de los últimos 17 años.
Los recintos bursátiles también saludaron la estrategia de la Reserva Federal. Las bolsas europeas cambiaron el signo y finalizaron positivas: Londres mejoró el 2,9 por ciento y París, el 2,1. En Buenos Aires, el índice MerVal ganó 3,6 por ciento; San Pablo, el 4,5, y México, el 6,4 por ciento. Estas mejoras paliaron los fuertes descensos del día anterior. En sentido contrario, el Dow Jones cayó 1,1 por ciento debido a que no operó el Lunes Negro. Con esta caída, el Dow Jones se situó en 11.971 puntos, el mismo nivel que mostraba en noviembre de 2006.
La nueva baja de la tasa se suma a los esfuerzos del gobierno estadounidense por escaparle a la recesión. Antes del fin de semana, George W. Bush había anunciado un paquete de estímulos fiscales por 145 mil millones de dólares. Los corredores le dieron la espalda a esa iniciativa ya que preferían un salvataje directo a los bancos en lugar de que se endulcen los bolsillos de los contribuyentes. Algunos interpretaron el terremoto bursátil de anteayer como una presión efectiva para que se atienda la necesidad de las entidades financieras.
La decisión de abaratar el costo de financiamiento de los bancos aparece como una fuerte señal de que la Reserva Federal está dispuesta a ponerles un colchón ante la crisis para evitar caídas. Hasta ahora, el sistema financiero declaró quebrantos por 100 mil millones de dólares, pero se estima que ese monto se triplicará.
No bien la FED anunció la rebaja, en los mercados empezaron a especular con las concesiones futuras. Las operaciones de futuros daban cuenta de un 76 por ciento de probabilidades de que haya un ajuste adicional de medio punto dentro de una semana. El 24 por ciento restante juega a favor de una rebaja de un cuarto de punto. El Banco UBS sacó un informe pronosticando una merma de medio punto, mientras que Merrill Lynch apuesta a que hacia mediados de 2009 la tasa caerá al uno por ciento anual, el mismo nivel que en 2001. Los directores de la Reserva Federal tienen agendada una reunión el martes y miércoles próximos. Según las apuestas en los futuros, para mediados de marzo se concretaría una rebaja adicional de medio punto. Desde que empezaron las turbulencias en los mercados, en julio último, la Fed ya lleva recortada la tasa en 1,75 punto.
Más allá de la decisión tomada ayer, tanto en la city porteña como en Wall Street prevalecía la opinión de que los próximos pasos de la FED y del gobierno estadounidense estarán atados a los datos de la economía real que vayan surgiendo. La Casa Blanca apuntó que, lejos de una recesión, la actividad económica sólo se está “desacelerando”. Para la Argentina, buena parte del partido se juega en los precios de los commodities, de los cuales dependen los ingresos de divisas y parte de la recaudación tributaria. Ayer, el complejo sojero cayó un 1,9 por ciento, mientras que hubo retrocesos del 3 por ciento en el trigo y del 1,9 en el maíz.
Los principales bancos de Estados Unidos continúan absorbiendo el impacto provocado por la crisis de las hipotecas. Ayer fue el turno del Bank of America. La segunda mayor entidad de ese sistema financiero ganó el año pasado 14.980 millones de dólares, un 29 por ciento menos que en el mismo período de 2006. El principal problema estuvo en el cuarto trimestre, pues declaró ganancias por 268 millones, mientras que en el mismo período del año anterior había conseguido 5260 millones. Otro que informó pérdidas fue Wachovia, el cuarto mayor banco de Estados Unidos. El año pasado ganó 6310 millones de dólares, un 19 por ciento menos que en 2006. El problema también estuvo en el último trimestre porque obtuvo una ganancia de 51 millones, frente a los 2300 millones de dólares del mismo período de 2006. A su vez, la onda expansiva sigue repercutiendo en Europa. Se anunció que el banco estatal alemán WestLB recibirá una inyección de unos 2000 millones de euros (2890 millones de dólares) para compensar las pérdidas derivadas de la crisis financiera internacional y maltrechas operaciones de inversión. El banco registró en el ejercicio fiscal 2007 pérdidas de cerca de 1000 millones de euros (1440 millones de dólares) y calcula que su carpeta actual de inversiones ha perdido valor por otros 1000 millones de euros. Hasta el momento, las pérdidas del sistema financiero superan los 100.000 millones de dólares y se esperan más quebrantos.
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