Comenzó la entrada en calor previa a las negociaciones salariales de este año. La semana pasada los sindicatos empezaron a deslizar los incrementos que pretenden y encendieron las señales de alerta en el sector empresario. Juan Carlos Lascurain, titular de la UIA, y Carlos de la Vega, presidente de la Cámara de Comercio, salieron a enfriar la situación, estimando aumentos muy por debajo de lo que reclaman algunos sindicatos. Los empleados de las automotrices buscarán alcanzar entre el 30 y 35 por ciento, los empleados de comercio esperan comenzar la negociación con una cifra similar y los encargados de edificios pretenden un 27 por ciento. Mientras tanto, De la Vega afirmó que el alza salarial no superará el 20 por ciento y Lascurain indicó a Página/12 que considera “razonable que los acuerdos oscilen entre el 12 y el 15 por ciento”.

Hacia finales del año pasado, muchas empresas negociaron con los trabajadores plus salariales. Los acuerdos que hicieron fueron diversos en forma y cantidad. Mientras que algunos recibieron bonus de fin de año, otros obtuvieron incrementos escalonados a cuenta de los aumentos de este año. Desde algunos sindicatos indicaron a este diario que es probable que el comienzo del grueso de las paritarias se retrase un poco y no suceda sino hasta finales de marzo y mediados de abril.

En el Ministerio de Trabajo recién tuvieron lugar algunas pocas y pequeñas reuniones del sector docente y panaderos, pero nada definitivo hasta el momento. De todas formas, desde ambos lados están impacientes. Además, a este contexto hay que sumarle el cuestionamiento de los datos del Indec que agregan una importante dosis de incertidumbre al momento de negociar.

Las paritarias todavía no empezaron, pero los industriales están preocupados por la falta de alguna figura del Gobierno que se encargue de orientar las negociaciones. Por su lado, los sindicatos están esperando que alguno tome la iniciativa para ver cómo está el terreno y cómo se comporta el resto. Desde los sindicatos esperan que los incrementos se ubiquen en algún lugar entre lo que ellos comenzarán pidiendo y lo que las patronales consideran “razonable”.

Según trascendió, el convenio que pretenden en Smata, el sindicato que agrupa a los mecánicos y trabajadores del sector automotor, sería por tres años con revisiones semestrales. Fuentes del sector consideraron como exagerados los incrementos de entre 30 y 35 por ciento que reclaman los trabajadores, “que de por sí ya tienen pisos salariales muy altos”. Lascurain señaló que “si pensamos que la recomposición de salarios se puede hacer en forma de shock en un año, con pedidos que en algunos casos están exponiendo algunas luchas internas (dentro del gremialismo), me parece que vamos por mal camino”.

El secretario gremial de la Capital de Sindicato de Comercio, Oscar Nieva, explicó a este diario que “el año pasado negociamos un aumento del 23 por ciento que recién vence en agosto, pero en marzo vamos a empezar a discutir para conseguir algo, aunque sea a cuenta del aumento”, y sostuvo que “todavía es irresponsable hablar de cifras”. El gremialista afirmó que buscarán también mejoras en la calidad laboral y la articulación de las discusiones por ramas de actividad. El sector reúne a más de 800 mil empleados.

Desde la Federación Panaderil de la provincia de Buenos Aires anunciaron aumentos salariales del 15 por ciento para esa jurisdicción y para la ciudad de Buenos Aires. Pero el presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines, Rubén Salvio, desmintió a Página/12 esta situación y aclaró que “el aumento en provincia no es nada nuevo, había sido anunciado el año pasado”. El sector deberá esperar unas semanas más para conocer cómo será el 2008. Salvio afirmó también que “la Capital todavía no acordó nada y no lo va a hacer hasta que se formalice el acuerdo a nivel nacional”, a lo que añadió que “todavía no vamos a difundir ningún número, es necesario hablar con todos los paritarios del país y muchos están de vacaciones”.