Las importaciones argentinas de piezas para autos crecieron el año pasado 31 por ciento, hasta alcanzar los 7528 millones de dólares, en línea con el alza en la producción local de automóviles, según un informe difundido ayer de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES). Por otra parte, las exportaciones del sector también tuvieron un importante dinamismo el año pasado, con ventas por 3043 millones de dólares y un alza interanual del 18,1 por ciento. Otro fenómeno que presenta actualmente el complejo automotor es el incremento de las ventas de autos usados, que registran un aumento anual del 11 por ciento en enero.

El resultado del último año en el sector autopartista marca una profundización de sus características. El aumento de 31 por ciento de las importaciones y de 18 por ciento en las exportaciones produjo una suba del déficit comercial, que trepó a los 4485 millones de dólares, un 41,5 por ciento sobre el de 2006. El informe marca que la diferencia entre el crecimiento de las importaciones respecto de las exportaciones está explicado por el avance de la demanda interna de autopartes y por la alta proporción de la capacidad productiva utilizada en algunos tramos de la industria. De esta manera, se generan problemas para satisfacer la demanda del mercado interno y externo simultáneamente.

Esta ajustada situación de los autopartistas se refleja en otras circunstancias que exceden el simple dato del déficit comercial del sector: las terminales se están retrasando en la entrega de las unidades cero kilómetro. Según el titular de la Cámara del Comercio Automotor, Alberto Príncipe, éste es uno de los factores que terminan estimulando la demanda de autos usados. La cantidad de usados comercializados marcó un nuevo record en enero al registrar un avance del 11 por ciento respecto de igual mes del año pasado y sumar un total de 133.192 unidades.

En este marco, el Gobierno busca estimular la producción de autopartes en el país. Una de las medidas que se llevó adelante fue dirigida concretamente a aumentar la producción de motores. El decreto 774, que fijó un reintegro del 8 por ciento a las automotrices que compren sus insumos a autopartistas nacionales hasta mediados de 2008, podría ser prorrogado. Por su parte, fuentes de las terminales aseguraron a este diario que desde ese sector también están interesados en que se desarrollen la producción nacional de autopartes, porque de esa manera los insumos se volverían más baratos que los importados de Brasil y Europa, mejorando así su competitividad. “El problema es que para llevar adelante la sustitución de esas importaciones hace falta tiempo, más aún teniendo en cuenta que se están agregando nuevos modelos a la oferta de las terminales nacionales”, aseguró la misma fuente a Página/12.

“Las perspectivas para el sector autopartista para 2008 continúan siendo crecientes, favorecidas por el avance de la producción esperada en las terminales, el mayor grado de integración nacional de los vehículos, y en las buenas perspectivas que se mantienen abiertas en el mercado internacional”, afirma el IES en su informe.