El aumento en los precios de los alimentos fue ayer uno de los temas centrales en la cumbre del FMI y el Banco Mundial. El titular del primer organismo, Dominique StraussKahn, fue categórico al exponer su visión. Dijo que “si los precios siguen el camino en que están hoy, las consecuencias serán terribles”. “Cientos de miles de personas pasarán hambre (...), lo que llevará a un quiebre del sistema económico”, en distintos países del mundo, sobre todo en los subdesarrollados que dependen de la importación de alimentos. A su turno, Martín Lousteau sostuvo ante el mismo auditorio que deben buscarse “soluciones para enfrentar el impacto de la crisis alimentaria mundial”. Anteayer, defendió la aplicación de retenciones en Argentina y la entrega de subsidios para evitar la escalada de precios de alimentos. El ministro también se refirió ayer a “la necesidad de coordinar esfuerzos internacionales para atender los efectos de la crisis financiera, que tiene consecuencias a escala global”. Y destacó que en esta oportunidad la mayoría de los países de América latina está en condiciones sólidas para soportar el shock externo.