Aunque mostró una leve recuperación del 3,2 por ciento respecto del mes anterior, la producción automotriz de setiembre mostró una caída del 39,9 por ciento con respecto a igual mes de 2001. Así lo informó Adefa, la cámara que agrupa a las terminales automotrices locales. La continuidad de niveles productivos bajísimos se debe a la recesión del mercado interno y a la completa ausencia de crédito, dos factores que el aumento de las exportaciones no lograron compensar.
Las ventas a concesionarios alcanzaron las 5656 unidades, de las cuales sólo fueron nacionales 2954. A su vez, estas ventas superaron en setiembre a las de agosto en un 14,9 por ciento, aunque en la comparación interanual siguen mostrando una caída del 56,1 por ciento. No obstante, se trata de la primera recuperación del año si se exceptúan marzo y abril, cuando se permitió transitoriamente adquirir vehículos con los depósitos reprogramados. De acuerdo a fuentes de Adefa consultadas por Página/12, la recuperación de ventas registrada durante el pasado mes no alcanza para hablar de una recuperación, pues los niveles comercializados siguen siendo bajísimos, y menos aun para marcar una tendencia.
El único dato positivo fue el aumento de las exportaciones, que crecieron el 10,6 por ciento respecto del mes pasado y el 43,9 contra igual período del año anterior. La mejor performance en las ventas al exterior se debió a la necesidad de reemplazar el alicaído mercado interno. En este punto influyeron especialmente los cupos para exportar conseguidos en Chile y México por 27.000 y 50.000 unidades anuales, respectivamente. Además, el acuerdo con Brasil formalizó los niveles de intercambio comercial que ya venían produciéndose. Sin embargo, la compensación 2 a 1 sigue relacionándose con la evolución del mercado interno, pues supone que la Argentina puede exportar dos unidades por cada una que importa. De hecho, el grueso de los vehículos importados argentinos proviene de Brasil. En este punto podría argumentarse sobre los límites de la salida exportadora frente a un mercado interno deprimido, pero en el caso del sector automotor no existe un mercado genuino. La mayoría de las operaciones de venta son intrafirma, es decir, entre las terminales de una misma marca. Las decisiones de volumen de producción se toman a escala mundial de acuerdo a costos y a la interacción de las distintas situaciones nacionales. En algunas de las terminales, estos cambios fueron brutales. Fiat Auto, por ejemplo, produjo en los primeros 9 meses del año sólo 676 unidades contra las 31.427 producidas en igual período de 2001. En el caso de la producción de camiones la relación es similar. En lo que va del año Scania produjo sólo 27 vehículos contra los 357 de los primeros 9 meses del año anterior.