La crisis en Brasil es cada vez más severa y la tensión social lo refleja. Ayer hubo una masiva manifestación en las calles de San Pablo por la destrucción de puestos de trabajo, mientras que General Motors anunció que no renovará 1600 contratos, 900 trabajadores metalúrgicos se declararon en huelga y la gigante alimenticia Sadia anunció el despido de 350 empleados. Unos 12.000 obreros metalúrgicos se concentraron frente a la planta de Mercedes Benz en el cordón industrial de San Pablo y luego recorrieron las calles de la ciudad. Tras la movilización, la Central Unica de Trabajadores (CUT) inició una asamblea para discutir un plan de lucha contra los despidos. En tanto, 900 obreros de la metalúrgica Delga Engemet se declararon en huelga, tras 100 despidos en la planta.