La crisis financiera internacional obligó a los consumidores de todo el mundo a modificar sus hábitos para equilibrar el presupuesto de sus hogares. Según un relevamiento de la consultora The Nielsen Company, los consumidores comenzaron a recortar sus gastos en indumentaria, entretenimiento y actualización tecnológica, pero aún mantienen su preferencias en marcas ligadas a bienes de primera necesidad. El sondeo fue realizado sobre la base de 28.250 personas en más de 50 países alrededor del mundo. “La situación actual de los mercados alrededor del mundo impacta en diferentes medidas sobre algunos hábitos de consumo”, sostiene el estudio de Nielsen. En América latina, el 97 por ciento de los encuestados manifestó estar tomando alguna decisión de ajuste presupuestario para lograr contrarrestar el incremento verificado en el costo de vida. De todos modos, el motivo de los recortes varía de acuerdo con cada país: en algunos prefieren ahorrar por previsión, donde actualmente existe deflación, y en otros, compensar el aumento de precios. En la Argentina se observa principalmente una mayor predisposición a reducir gastos extras. En ese rubro se exhibe un menor desembolso en ropa, en el 53 por ciento de los casos; en entretenimiento fuera del hogar, el 48 por ciento; y en actualización de tecnología, para el 43 por ciento de los consumidores, detalla la consultora. La reducción de gastos se orientó en menor medida a la canasta de consumo y, al momento de la medición, la compra de marcas más baratas en categorías de alimentos de consumo masivo no se ubicaba entre las principales acciones llevadas a cabo por los consumidores argentinos. En promedio, los latinoamericanos están más preocupados por reducir sus gastos en servicios como gas, electricidad y telefonía, concluyó el informe.