El presidente Eduardo Duhalde firmará hoy un decreto de necesidad y urgencia suspendiendo por 30 días los “remates y desapoderamientos” vinculados con ejecuciones hipotecarias para dar tiempo al Congreso de encontrar una solución definitiva al problema. El fin de la postergación estará cerca del comienzo de la feria judicial, lo que dará un poco más de aire a los deudores. En otro orden, fuentes legislativas del radicalismo y del justicialismo adelantaron que rechazarán el veto presidencial a la normativa que permite saldar impuestos con bonos. El DNU no posterga las ejecuciones judiciales, sino sólo su último paso, es decir, los remates. Según señaló a Página/12 el titular del bloque radical, Horacio Pernasetti, también se presentarán dos proyectos de ley complementarios, uno vinculado con la Ley de Quiebras, de cuya redacción participó el Banco Mundial y que se refiere a la recomposición de deuda de las pequeñas y medianas empresas, y otro para promover y reglamentar los mecanismos de mediación entre acreedores y deudores. Durante los próximos 30 días, la acción legislativa buscaría encontrar mecanismos que permitan que los deudores hipotecarios con ingresos congelados en pesos no pierdan sus viviendas. Los legisladores también rechazarán el veto presidencial al pago de impuestos con bonos. En este punto existe acuerdo entre los bloques mayoritarios. El argumento es que mientras la norma duró la usufructuaron unas pocas grandes empresas, pero no pudieron hacer lo mismo los pequeños deudores. El veto presidencial se inscribiría en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.