Mariano Recalde y Juan Pablo Schiavi defendieron ayer la decisión de Aerolíneas de añadir un vuelo a Montevideo el miércoles de la semana pasada, cuando jugaba la Selección Nacional en la capital uruguaya, en el que viajó el propio presidente de la compañía reestatizada. “Pagué mi pasaje como cualquier pasajero”, se defendió el funcionario, para quien ese tercer vuelo, utilizando un avión que de otro modo hubiese estado parado ,”le reportó más de 10 mil pesos de ganancias” a la firma estatal.

Horas antes, Aerolíneas había aclarado mediante un comunicado la situación denunciada por la prensa, acerca de que la empresa agregó un vuelo a la capital uruguaya en el que viajaron el propio Recalde y otros funcionarios de la compañía. También formaban parte del pasaje Juan Facundo Moyano (hijo del titular de la CGT y titular del gremio de trabajadores del peaje), el legislador porteño Juan Cabandié y presuntos familiares de jugadores de la selección (tres de apellido Di María y dos Tevez). El presidente de la línea aérea negó que se trate de pasajes de favor, ya que cada uno habría pagado el suyo, señaló. Recalde envió a Julio De Vido la nómina de viajeros para que el ministro de Planificación la difunda.

“El vuelo a Montevideo (AR1204/5) fue programado el domingo 11 de octubre, tres días antes del partido de la Selección Nacional de fútbol. El vuelo fue programado por decisión de la gerencia comercial de la compañía, teniendo bajo consideración que el vuelo AR1202/3 que salía a las 7 de la mañana estaba sobrevendido y no ofrecía lugares. El día 12 de octubre, el vuelo programado mencionado con anterioridad ya contaba con 66 reservas”, explica el comunicado de la empresa.

El Boeing despachado es un avión con capacidad para 144 personas que viajó con 44 plazas ocupadas a la ida y 70 al regreso, algo que el diputado nacional mendocino por el Partido Demócrata Omar de Marchi destacó en un pedido de informes como presunta prueba de la dilapidación de recursos públicos. La visión de Recalde –quien según el comunicado de la empresa habría viajado invitado por la AFA, ya que Aerolíneas es sponsor oficial de la Selección– es diferente.

A decir del presidente de Aerolíneas, con sólo 23 pasajeros la aeronave cubriría sus costos, así que lejos de ser una operación lesiva para la compañía le dejó “una utilidad de 10.087 pesos”. Era, además, una aeronave no afectada a ningún vuelo, con lo que de no viajar a Uruguay hubiese quedado parada, sin procurar los fondos. Finalmente, todos los pasajeros habrían pagado su boleto, cuyo precio rozó los 100 dólares. “El 80 por ciento de los pasajeros compraron sus pasajes por venta telefónica, siendo varios de ellos parientes de jugadores del seleccionado”, puntualiza el comunicado.

“¿Por qué no le preguntan a Ernestina Herrera de Noble de quién son sus hijos?”, se exasperó Recalde por la mañana durante un reportaje radial, en respuesta a la consulta de si en el vuelo viajaba Juan Cabandié, hijo de desaparecidos apropiado por los captores de sus padres.

Por la tarde, Recalde apuntó los cañones hacia Antonio Mata, ex accionista de Aerolíneas, dueño de Air Pampas (una línea que no consigue permiso para operar) y “director del diario Crítica”, uno de los que publicó la información sobre el vuelo. Fue cuando destacó que resultaba “sospechoso” que se hubiese dado a conocer esos datos horas antes de su visita al Congreso para dar la “buena noticia” del plan de negocios de la empresa reestatizada.