De los más de tres millones y medio de chicos cuyas familias van a cobrar la Asignación Universal por Hijo en marzo, casi cien mil son bebés nacidos después de la puesta en vigencia del programa. Son los primeros argentinos que nacieron con el derecho ciudadano de un ingreso mínimo. Página/12 se acercó a la delegación de la Anses del partido de Tigre. En la cola para tramitar el beneficio estaba el padre de un recién nacido. “Es mi cuarto hijo, ya había anotado a los otros en diciembre. Este vino con un pan bajo el brazo”, explicó Oscar Conigliaro. “Yo vivo de changas, corto el pasto en el barrio; no tengo mucho trabajo. Usted no sabe lo que es para mí y mi esposa saber que vamos a recibir esa plata todos los meses”, relató, entre ilusionado y agradecido.

Como la de Conigliaro, muchas otras historias dan cuenta del significado que tiene para una familia carenciada poder dar ese paso que representa superar el umbral de la indigencia.