El presidente Eduardo Duhalde realizará hoy una corta pero –se espera– intensa visita a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la que buscarán inyectarle algo de energía al Mercosur. Lula visitó la Argentina poco después de resultar electo y Duhalde viajó a Brasilia para su asunción, el 1º de enero pasado. Pero lo de hoy será diferente: es el primer encuentro de trabajo con una agenda armada por ambas cancillerías, una lista de temas que en verdad parece algo ambiciosa a la luz de las pocas horas que durará la visita.
El encuentro incluirá también el contacto de los respectivos jefes de Gabinete, ministros de Economía, de Relaciones Exteriores y de Producción, con reuniones en paralelo. Hay razones para el apuro: Estados Unidos viene impulsando el avance sin pausas del ALCA como el acuerdo económico líder dentro del continente y Brasil y la Argentina quieren consolidar la fortaleza del adormilado Mercosur.
Para ello, tanto en Brasil como en Argentina se insiste en la necesidad de dotar de mayor institucionalidad al Mercosur, dando el puntapié para la creación de un Parlamento al estilo del que funciona en la Unión Europea. También el gobierno argentino propondrá un sistema de solución de diferencias jurídicas –también inspirado por el que funciona en Europa– y la consolidación de la unión aduanera. Sin embargo, para avanzar en esta dirección, el gobierno de Duhalde lucha con la limitación de los pocos meses que le quedan por delante. El problema de Lula es el inverso: recién se está acomodando al cargo. Y esto si sólo se toma en cuenta los problemas políticos. De más larga data son las diferencias económicas -arancelamiento, importación de azúcar y aves–, potenciados por la reparos que ocasionó la compra de Pérez Companc por Petrobras (ver aparte).
“La reunión prevé por primera vez algo muy importante, que es establecer en el marco de la relación bilateral un mecanismo de información y la idea de trabajar en conjunto en materia social en ambos países”, sostuvo ayer el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof. Y agregó: “Va a ser un encuentro trascendente para afianzar los lazos entre las dos naciones y para avanzar en una mayor integración regional”.
La agenda de la visita es bien apretada. Duhalde y su comitiva partirán a las 7 de Aeroparque para llegar a las 11 a Brasilia. Media hora después se reunirán ambos presidentes, primero a solas y luego con sus ministros. Al término del encuentro darán a conocer el documento final con los acuerdos alcanzados. A las 13.30, Lula agasajará a la comitiva argentina con un almuerzo en Itamaraty, la cancillería brasileña. A las 15, está previsto el regreso del Tango 01.
Uno de los temas que ya quedaron consensuados es la creación de una comisión conjunta contra la pobreza en donde intercambiarán información sobre los dos proyectos de cabecera de los gobiernos: el brasileño “Hambre Cero” y el argentino “Plan Jefas y Jefes de Hogar”. Según informó la agencia de noticias ANSA, Lula señaló: “Nosotros nos vamos a dar muy bien con Argentina y vamos a hacer fuerza para que Argentina recupere el padrón económico que ya tuvo. Ampliar el Mercosur es una necesidad para todos los miembros del bloque. Es una necesidad de nuestro continente sudamericano y nosotros vamos a trabajar para mejorar y fortalecer el Mercosur”.