–¿Cuáles son los avances del Plan Estratégico Agroalimentario, teniendo en cuenta que hubo varios sectores que como CRA y la Sociedad Rural que decidieron no participar? –le preguntó Página/12 a Julián Domínguez.

–El próximo martes nos juntaremos con las 52 facultades para realizar una evaluación del año. Lo bueno es que la Argentina está hablando de un plan estratégico a largo plazo. Lo interesante de este proyecto es que las escuelas secundarias y las universidades fueron convocadas y que las provincias están definiendo cuáles son sus realidades productivas. Para marzo o abril del año próximo podremos presentar las conclusiones de todos los sectores que participaron en el armado del PEA. La experiencia es muy rica, nos permitió redescubrir las 30 cadenas de valor de la Argentina y economía regionales. Cuando uno promueve el juicio crítico o la posibilidad de repensarse a sí mismo, construye un escenario de futuro. No importa la posición política de las entidades, lo importante es que hay un debate hacia el futuro. Nadie, seriamente, podrá oponerse a un proyecto de largo plazo.

–¿Es decir que esas críticas por parte de la Mesa de Enlace fueron una mirada simplista sobre el tema?

–Hay mucho de dogmatismo alrededor de este tema, cuando en realidad debemos ser muy prácticos. La planificación estratégica forma parte de la organización moderna de cualquier empresa. Los momentos de crecimiento están signados por la planificación. Que vayamos a China, India, Rusia e incluso Africa significa que estamos saliendo del corset que decía que nuestro sistema productivo era Europa-dependiente. La enorme riqueza del PEA es que podemos discernir exactamente en qué somos competitivos y discutir el destino del sector agropecuario. El que es dogmático se paraliza.

–Una de las principales críticas de CRA y la Sociedad Rural tienen que ver con la situación ganadera. ¿Qué herramientas se prevén desde el PEA para mejorar ese sector?

–Luego de la sequía, comenzó un proceso de recuperación de la ganadería. En los próximos 24 meses recuperaremos el nivel histórico del stock ganadero. También hay que considerar que las 14 millones de hectáreas que fueron para la agricultura, desplazaron a la ganadería. Sin embargo, no hay ninguna razón para encender luces rojas en torno de la ganadería. Hoy tenemos 50 millones de cabezas de ganado y en los próximos dos años recuperaremos los 55 millones de cabezas. Este es el stock ideal según informes del INTA.

–¿Qué puede rescatar de la visita que realizó al país el ministro de Agricultura de China?

–La visita que realizó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a China fue lo que disparó el nuevo vínculo comercial con el país oriental. Nosotros tenemos para aportarles tecnología. Pero por sobre todas las cosas se nos abre un mercado de 1300 millones de habitantes, muchos de los cuales están migrando del campo a las ciudades, por ende, consumen más alimentos. Por otro lado, las mujeres están cambiando sus prácticas. Antes cocinaban en el campo, mientras que ahora necesitan de alimentos congelados. En este sentido, Argentina se está preparando para esta transformación con el objetivo de exportar valor agregado en origen, que es uno de los objetivos del PEA. Por ejemplo, a India también le vendimos tecnología para almacenamiento y acopio. Hay una relación muy rica a partir del crecimiento de los últimos años. Debemos trabajar, desde la agricultura, para la integración con Brasil, India y China, es decir, los grandes productores mundiales de alimentos nucleados en el BRIC.