La Canasta Básica de Alimentos, que mide el umbral de ingresos que debe tener una familia para no caer en la indigencia, tuvo en 2010 un incremento del 20 por ciento, casi el doble de lo que marcó el índice de precios al consumidor (ver aparte). Si bien hubo una de-saceleración de los precios de los alimentos durante el último semestre del año pasado, esta canasta estuvo marcada por las fuertes subas en la carne, que alcanzó un incremento anual superior al 30 por ciento, según los datos difundidos ayer por el Indec. Por otro lado, la Canasta Básica Total, que incluye alimentos y servicios, tuvo un incremento del 16,25 por ciento. Es decir que una familia tipo tuvo que reunir ingresos por 1252 pesos para no caer en la pobreza.

Según los datos oficiales del Indec, los precios de los alimentos de la canasta básica tuvieron una fuerte suba durante enero (2,2 por ciento), febrero (4,2) y marzo (2,6). Sin embargo, en abril comenzó un proceso de desaceleración. En diciembre, el incremento fue del 0,4 por ciento. Este freno fue reconocido incluso por las consultoras privadas.

“Se registraron caídas a lo largo del mes en los precios de algunos productos frescos. El clima contribuyó con esta dinámica, ya que la menor cantidad de pasto en los campos, producto de reducidas lluvias, impulsó la oferta ganadera”, señaló un informe de la consultora Bein y Asociados.

Sin embargo, los fuertes incrementos registrados durante los primeros meses del año resultaron suficientes como para impactar en los sectores más vulnerables, quienes gastan la mayoría de sus ingresos en alimentos.

Si se toma en cuenta la suba del 20 por ciento anual de la CBA, y se lo compara con el 10,9 del índice de precios, queda claro que la inflación del último año estuvo explicada, en gran parte, por la fuerte suba en el rubro de los alimentos y no por un alza generalizada de precios.

Para el Indec, el aumento anual de la Canasta Básica Alimentaria estuvo motivado por el comportamiento de la carne (32,6 por ciento), las frutas (18,0), azúcar (19,0), verduras (15,7) y los productos lácteos (13,2). Para algunas consultoras privadas, la carne habría trepado en el año un 80 por ciento.

Por otro lado, la Canasta Básica Total subió en 2010 un 16,2 por ciento, luego de que en diciembre se incrementara un 0,67 por ciento. Además de alimentos, este indicador incluye servicios. Según el organismo público, los servicios básicos tuvieron un incremento anual del 1,1 por ciento y el transporte y las comunicaciones aumentaron un 6,6 por ciento. Para Bein, este último rubro tuvo una suba del 10,1 por ciento.

Ambas canastas toman los precios medios de una serie de productos y servicios relevados a mediados de la década de 1980, que se valorizan mes a mes a partir del dato que proporciona el IPC. Más allá de los cuestionamientos generales que recaen sobre el organismo, sus autoridades suelen aclarar que la forma de medir la CBA como la CBT fue heredada de gestiones anteriores, y que actualmente se encuentran trabajando en la conformación de un nuevo índice para medir la pobreza y la indigencia.

En este caso, no sólo se tomaría la evolución de los ingresos, sino también otros factores que inciden en la valoración de la pobreza como el acceso al agua potable, la educación, los servicios de salud o de transporte, entre otros. Es decir, un nuevo indicador que evalúe las Necesidades Básicas Insatisfechas.