Los precios de los bienes y servicios que definen la línea de pobreza (canasta básica total) crecieron 1 por ciento en enero y acumulan un alza de 15,5 por ciento respecto del primer mes de 2010. El Indec ayer informó que una familia compuesta por dos adultos y dos niños necesitaron de 1265,25 pesos para no caer en la pobreza, situación que supone no poder acceder a algunos servicios básicos, como la vivienda. Por su parte, la canasta básica alimentaria (CBA), que mide la indigencia y se determina en función de los requerimientos proteicos imprescindibles, avanzó 0,3 por ciento respecto de diciembre. En la comparación anual el alza llegó a 17,9 por ciento, bastante por encima del promedio de precios que midió el Indec en el IPC, que fue de 10,6 por ciento. Según el organismo oficial, el mismo grupo familiar requirió 580,14 pesos en enero para no ser indigente. La CBA creció en el mes por debajo del registro del IPC, que fue de 0,7 por ciento, gracias a que los alimentos, al revés de la tendencia que venían marcando, subieron menos que el promedio de la economía.