Las represas que promociona el ministro de Planificación sumarán al sistema eléctrico interconectado 1740 megavatios por hora, el 4,3 por ciento del consumo anual proyectado para 2012. Aprovecharán al río Santa Cruz, uno de los más caudalosos del país y que actualmente no cuenta sobre su cauce con emprendimientos de este tipo. Las hidroeléctricas estarán ubicadas a 185 y 250 kilómetros de la desembocadura del río y tendrán 75,5 y 43,5 metros de altura, creando dos embalses con una superficie total de 47 mil hectáreas. Esos oasis servirán de embalses para turismo y como provisión de agua para riego.

En la represa Néstor Kirchner se instalarán seis turbinas tipo Francis que en total aportarán 1140 megavatios, y la central Jorge Cepernic llevará cinco turbinas tipo Kaplan de 600 megavatios. La energía generada se incorporará al sistema nacional a través de la nueva línea de alta tensión. Las obras tendrán un plazo de ejecución de cuatro años y medio y se prevé utilizar más de 1,6 millón de metros cúbicos de hormigón convencional para la obra civil. Se crearán 5000 puestos de trabajo directos y otros 1900 indirectos.

Actualmente, un 4,3 por ciento de la energía primaria consumida en el país proviene de la generación hidroeléctrica, mientras que en Brasil esa proporción llega al 14 por ciento. De la electricidad, el 31 por ciento se genera en usinas hidroeléctricas, la mayor parte en Yacyretá y Salto Grande, participación que se pretende elevar en diez años al 40 por ciento, en detrimento de las centrales térmicas.