Un grupo de unos sesenta jubilados, identificados con gorras del sindicato de peones rurales (Uatre), que conduce el duhaldista Gerónimo “Momo” Venegas, esperó en la puerta de tribunales la llegada de Diego Bossio. Estuvieron allí con pancartas y cánticos desde la mañana temprano hasta el mediodía, cuando el funcionario dejó el Palacio. Finalmente no pudieron verlo, pero algunos se confundieron y persiguieron a un auto que salía de allí: cuando lo alcanzaron, lo rodearon y golpearon sus puertas y techo, hasta que periodistas y policías les advirtieron que allí no estaba Bossio. La agresión esta vez no llegó a destino.