El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, confirmó que la Fragata Libertad, retenida en Ghana desde el 2 de octubre, sufrió la interrupción de los servicios de agua y luz, a pesar de las gestiones realizadas ante las autoridades de ese país. El pasado 7 de noviembre, los funcionarios africanos intentaron ocupar la nave para cambiarla de ubicación, situación que fue impedida por los marinos argentinos que todavía se encuentran en el barco. Como contrapartida, los ghaneses cortaron el suministro de agua y luz.

Durante una declaración a la prensa junto al canciller Héctor Timerman, Puricelli informó que la fragata fue “objeto de agresiones por parte de las autoridades portuarias”, donde se cortó el suministro de agua y electricidad “en evidente violación a los derechos humanos esenciales”, y se “realizaron aprestos de abordaje al buque en flagrante agresión de nuestra soberanía”.

Ante esta situación hostil, los marinos argentinos lograron frenar el avance de las autoridades de Ghana, donde incluso tuvieron que exhibir el armamento reglamentario cuando los ghaneses estuvieron a punto de abordar la fragata. El objetivo de las autoridades de Ghana era mover el barco, hecho que fue rechazado por la tripulación argentina por no contar con una autorización legal para tal fin.

“Esas acciones, como así también las realizadas por la Cancillería y la embajada argentina en Ghana, determinaron el cese de las vías de hecho y la recuperación de la calma, circunstancia que se mantiene a la fecha sin haberse restablecido aún los servicios de electricidad y de agua”, precisó el ministro de Defensa. El funcionario informó que durante la jornada de ayer “se reiteraron las gestiones para restablecer el servicio de agua y electricidad para recuperar la plena normalidad hasta tanto la Justicia autorice la partida de la fragata”.