El sector privado esperaba antes de la medida anunciada ayer que se vendieran 65.714 automóviles de alta gama durante este año, que representa poco más del 5 por ciento del mercado. Si ese escenario se cumple, las operaciones con vehículos de lujo cerrarán el año con un crecimiento frente a 2012 del 17 por ciento, superior al 13 por ciento de suba promedio que registra el mercado total. El gran salto, sin embargo, se verificó el año pasado, cuando las ventas de autos de alta gama avanzaron un 37,6 por ciento en relación con 2011, casi cuatro veces más que el incremento promedio de todos los patentamientos. Los datos forman parte de un informe sectorial elaborado por la consultora Abeceb.com.

No sólo las importaciones de autos de lujo vienen creciendo. También lo hace el resto de los importados. De hecho, la participación de la industria nacional en las ventas totales en el mercado interno muestra una retracción desde un 41 por ciento en 2007 al 38 por ciento que se espera en 2013. Esta situación se da en un contexto de auge en el sector, por el impulso al mercado interno que ofrece la mejora en el empleo y los salarios.

El mayor nivel de ingreso disponible, además, se combina con un abaratamiento relativo de los autos en general, cuyo precio está en buena medida atado al ritmo del dólar. Y esa vinculación es creciente desde los autos nacionales (que tienen un alto contenido de partes importados) hasta los vehículos terminados que provienen del exterior. Si los autos en general se abarataron en términos relativos, los importados lo hicieron todavía más. En septiembre se necesitaron 15 salarios brutos del sector privado registrado, incluido el aguinaldo, para adquirir un auto de gama media. A fines de 2005 se necesitaban 25 sueldos para llegar a ese auto.

Dante Sica, titular de Abeceb.com, calcula que un aumento del 40 por ciento en el precio de los vehículos de alta gama a raíz de un cambio impositivo podría reducir esas ventas casi un 20 por ciento el año que viene. El proyecto de ley del Gobierno supone una suba de ese calibre en los precios finales.