El ministro de Economía, Axel Kicillof, explicó detalles del compromiso financiero asumido por el país al acordar con los miembros del Club de París. Lo hizo en una conferencia de prensa ayer al mediodía en el Palacio de Hacienda, acompañado por el viceministro, Emmanuel Alvarez Agis, y el secretario de Finanzas, Pablo López. El titular de la cartera económica aseguró que “el acuerdo final dista muchísimo en sus condiciones de lo que nos pedían al comienzo” y reveló que el pedido inicial comprometía “cerca del 10 por ciento del total de las reservas en un año”. Kicillof desarrolló el concepto de pagos mínimos que se convino en la negociación, el efecto sobre los desembolsos que puede tener el flujo de inversión extranjera proveniente de los países miembro del Club y las consecuencias sobre el costo financiero total si la deuda se termina de pagar en siete años en lugar de los cinco años que se prevé de antemano. Admitió que hubo discusiones en torno de la tasa de interés y de los pagos mínimos. En el peor escenario, la tasa de interés implícita al acuerdo de renegociación es del 3,8 por ciento, calcularon los técnicos de Economía. “Estamos pagando en condiciones que no dejan de rodillas a la Argentina”, indicó.

Kicillof resaltó varias veces que la responsabilidad del actual gobierno en la conformación de la deuda que ahora se reestructura es nula. “Cuando se contrajeron estas deudas yo no había nacido, y la Presidenta tenía tres años. Se tomó por primera vez en 1956 y fue renegociada en los años 1962, 1965, 1985, 1987, 1989, 1991 y 1992. Se trata de una deuda contraída por otros gobiernos e incumplida por otros gobiernos. Nosotros fuimos a regularizarla. Los que dicen que tendríamos que haberla arreglado antes, podrían haberlo pensado ellos antes de contraer esas deudas”, dijo.

“El total de la deuda a pagar asciende a 9700 millones de dólares. El acuerdo consiste en pagarla en cinco años con la opción de tener dos años más. Se estableció un esquema de pagos mínimos para cada uno de los próximos cinco años. Ese pago mínimo se planteó en función de los vencimientos de deuda que tenemos en cada uno de esos años. Por ejemplo, 2015 es un año bastante exigente, 2016 no y 2017, sí. Por lo tanto, los pagos mínimos a realizar en 2015 y 2017 son los menores de la serie. Es decir, el esquema de pagos mínimos tiene en cuenta otros vencimientos de deuda”, explicó Kicillof. Por ahora, los únicos dos pagos ya definidos son los de julio de este año, por 650 millones de dólares, y en mayo de 2015, por 500 millones de dólares en concepto de capital adeudado.

El ministro detalló que “los intereses empiezan a correr con una tasa del 3 por ciento sobre 9700 millones menos lo que vamos pagando. Es lo que se llama interés sobre saldo, no sobre la deuda original”. Para el año siguiente, que sería 2016, “hay un pago mínimo y empieza a funcionar la teoría del esfuerzo compartido: si entran más inversiones extranjeras proveniente de esos países de las esperadas, definidas en base a una proyección que elaboró el ministerio, no vamos a hacer un pago mínimo sino que Argentina se compromete a hacer un pago adicional. La idea es generar a los países voluntad de colaborar con la Argentina. Los pagos mínimos se incrementan en función de las inversiones extranjeras”, indicó.

En 2016 arranca también el criterio de “pago objetivo”. “Sería el que tendríamos que afrontar para cancelar la deuda en los cinco años previstos originalmente. El pago objetivo es de 2250 millones de dólares. Si no llegamos a ese total en el pago anual, la tasa pasa a 4,5 por ciento. Terminados los cinco años, si se pagó el objetivo, no queda la deuda. Y si no llegamos a pagar todo, hay dos años más. En ese momento aparece una tasa mayor, pero Argentina puede seguir pagando lo que le reste”, señaló. Kicillof estimó que “si se paga lo mínimo cada año, ese resto para los dos últimos años será de 2200 millones de dólares”.

El acuerdo es complejo y los distintos escenarios potenciales gatillan tasas de interés diferentes. “Es difícil ver cuál es la tasa de interés efectiva del acuerdo. Hemos hecho un cálculo para ver cuál es el costo en el peor escenario: si pagamos el mínimo establecido y luego de los cinco años quedan más de 2200 millones a pagar, la tasa que resulta de todo el período es 3,8 por ciento. Esa tasa es mucho menor que el 7 por ciento que estaba implícito en los contratos anteriores”, planteó Kicillof.