“El tema es central pero no son ciertas las visiones que dicen que no se ha avanzado nada. Cada vez que vemos crecimiento en los depósitos en el sector financiero en pesos, es porque hay diferentes formas de hacer un cambio cultural. ¿Por qué los argentinos van al dólar?” se pregunta Axel.

–Porque no hay opciones de inversión rentable en pesos. Ustedes han modificado algo, pero hace falta más.

–Exceptuando un solo período de la historia, hemos vivido enormes fluctuaciones, corridas, inestabilidad, bancos muy poderosos que volteaban gobiernos y gobiernos que no animaban a enfrentar esos intereses. ¿Cómo se hace para convencer a la gente que pasó el Plan Bonex, el Plan Austral, el Plan Primavera, la devaluación de que no se vaya al dólar en cuanto junta unos pesos? Con continuidad en la política económica, cuando los argentinos terminen de convencerse de que ahorrar en pesos es una opción real y que no te vas a dar el tortazo. Es lo que hemos hecho durante doce años, en los que ganó más plata el que puso un peso en el banco que quien compró un dólar. Esto hay que sostenerlo desde el punto de vista de las políticas económicas. Claro que si al primer aleteo de un buitre va el gobierno de turno, se arrodilla, le paga lo que le piden y vuelven a endeudarse de nuevo vamos a recaer.

–En estos años se ha hecho mucho para que esas cosas se entiendan. Hoy nadie contempla alegremente la posibilidad de una devaluación. Incluso los que recónditamente la desean se cuidan de decirlo. No hay ya la impunidad que había en otro momento.

–Sí, porque las grandes devaluaciones en la Argentina fueron porque no se podía pagar la deuda externa. Cuando nosotros desendeudamos al país lo volvimos más fuerte, más estable, menos vulnerable a esas corridas que nos tratan de hacer todavía hoy y van a fracasar de nuevo a medida que se sostenga la independencia económica, la soberanía política y la justicia social. Si la gente no ve los resultados prácticos todos los días, de llevar adelante una lucha contra los fondos buitres, si todo esto no tiene como correlato que el desempleo baje del 25 por ciento al 7, la gente dirá “ma’ si, vayan y paguen”. Por eso es fundamental que entiendan que ir y pararse en las Naciones Unidas, en la OEA, en el G-20, a defender nuestra soberanía no es otra cosa que defender la olla de la gente.