Para las transportadoras de electricidad, 2004 puede ser un año de buenas nuevas: para entonces esperan que el Gobierno finalmente disponga el reajuste en sus tarifas y lance un importante plan federal para ampliar la capacidad de la red de transporte, verdadero cuello de botella de este segmento del servicio eléctrico. “El tiempo económico va a empujar las decisiones políticas”, vaticinó ayer ante Página/12 Silvio Resnich, directivo de Transener y titular de Ateera, la cámara que agrupa a las transportistas privadas. “Necesitamos un ajuste de tarifas porque tenemos parte de insumos dolarizados –insistió–, pero el verdadero problema es la sustentabilidad del servicio: si no se aumenta la capacidad de la red en un futuro no habrá manera de responder a la demanda. Y cuando nosotros cortamos, cortamos en serio. Ocho o diez millones de personas se quedan sin luz.” Pero, a juicio de Resnich, la sangre no llegará al río. El Gobierno, descuenta, ampliará con recursos estatales el sistema, algo que ya comenzó a hacer licitando las primeras obras.